Opinión

Si nosotras paramos, el sistema se desploma

Mujeres diversas, de diferentes organizaciones a nivel estatal y en todos los territorios estamos trabajando a lo largo de 2018 a través de encuentros y asambleas feministas, para reeditar el éxito de la huelga feminista del año pasado. Tejiendo redes para salir todas a una, desde el consenso en todo lo que nos une. Para parar el próximo 8 de marzo y plantar cara a este sistema patriarcal, capitalista, racista, misógnico y LGTBIQfóbico que nos discrimina y nos explota por nuestra condición de clase, de género, racial y de orientación sexual.

Hace ya dos ediciones que nos sumamos y convocamos junto a otras organizaciones y colectivos feministas, al paro internacional que se impulsó desde Argentina, al grito de “ni una menos, vivas nos queremos” que lanzaron las feministas argentinas y que llevó a cabo el primer paro global de mujeres de trabajo productivo y reproductivo. Millones de mujeres de 70 países, desde Argentina a Polonia, desde Turquía a Estados Unidos, desde Brasil a Italia pasando por nuestras tierras, nos contagiamos y ocupamos las calles para hacer visibles nuestros trabajos, nuestras reivindicaciones y nuestros cuerpos. Cansadas de asistir impunes a ver cómo somos asesinadas. Nos plantamos a tanto feminicidio.

Cada año, el 8M se torna más mayoritario porque cada vez somos más las mujeres conscientes de la situación de opresiones a las que nos vemos sometidas, y decimos NO al sistema patriarcal y capitalista.

Respondemos en las calles con movilizaciones multitudinarias a las que se suman todas las personas que quieren avanzar en igualdad, a través de la lucha feminista colectiva.

La huelga feminista de este 8 de Marzo no es un punto de llegada sino de inicio que parte de un trabajo colectivo previo y precedente desde los últimos años. Es una huelga que va más más allá de lo que se identifica como huelga laboral al uso porque la participación de las mujeres es nuclear en todas las esferas de la vida, y la huelga tiene que alcanzar también otros trabajos y espacios: el de los cuidados, el consumo, la vida estudiantil y asociativa.

Vemos imprescindible reivindicar que los cuidados no pueden seguir recayendo en exclusiva en nosotras. No puede ser que sigamos asumiendo dobles jornadas, la del trabajo productivo o asalariado y la del reproductivo o de cuidados y doméstico, no remunerado e invisibilizado.

No queremos seguir sometidas a los trabajos y los salarios más precarios sufriendo una brecha laboral vergonzosa.

Queremos corresponsabilidad del estado y de los hombres, por ello exigimos que se implementen políticas públicas reales que hagan realidad el reparto equitativo mediante servicios públicos de calidad y permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles. La coeducación y la ejecución de programas de bienestar social amplios.

Y por eso el 8M pararemos nuestro consumo, el trabajo doméstico y los cuidados, el trabajo remunerado y nuestros estudios, para demostrar que sin nosotras no se produce, y sin nosotras no se reproduce.

Hacemos un llamamiento a los hombres para que se solidaricen y asuman los servicios mínimos y todos los cuidados y labores que nosotras hacemos todos los días y que no son reconocidas de ninguna forma, y que son fundamentales para la sostenibilidad de la vida, además de no formar parte del PIB de ningún estado.

Día tras día las mujeres sufrimos todas las expresiones del patriarcado. Continua la gravísima situación de desigualdad, de precariedad y de violencias que sufrimos, derivada de la división de clase y de género inherente al modelo de sociedad patriarcal y capitalista. Sin duda, la huelga feminista servirá para visibilizar estas injusticias que se expresan en todas las esferas de la vida, en la discriminación y la precariedad laboral, la invisibilidad o la falta de corresponsabilidad de los hombres con el trabajo de cuidados.

Ante un Gobierno del PSOE, que tras varios meses en el gobierno no ha puesto sobre la mesa ni un solo plan político que frenase alguna de las situaciones anteriormente mencionadas. Esta nueva convocatoria de huelga, muestra el continuo trabajo que hemos realizado todos estos meses. Analizando y plantando cara a las desigualdades que se dan en nuestro país.

Estamos convencida de que las mujeres movilizadas y conscientes de su condición de doble explotación pueden desbordar el sistema. Es por ello por lo que hacemos un llamamiento a toda la sociedad a comprometerse y trabajar en el desarrollo exitoso de la huelga. Y que cada día, ¡avancemos hacia la igualdad real!

Esther Ripa y Andrea Torralba
Responsable del Área Feminista del PCE-EPK Navarra y Responsable de Feminismo GK-UJCE Navarra