Plumas al cierzo

Niño de Belem

Pepe Alfaro Calvo nos escribe este poema navideño.

Pues no tienes nada
teniéndolo todo,
Niño de Belem,
no vengo con galas
ni te ofrezco el oro
que es propio de un Rey. 

Ni traigo la mirra
que merecería
un Hombre de bien.
Ni porto el incienso
que al Dios de los cielos
se debe ofrecer.

No te traigo enseres
de valor, pues eres
Hombre, Dios y Rey.
Y no necesitas
cosas exquisitas
hechas de oropel.

 Tan sólo la nana
que lleva mi beso
por que duermas bien
y que, a la mañana,
se cumplan tus sueños,
Niño de Belem.