Navarra

Navarra estudiará la presencia de COVID-19 en las aguas residuales que llegan a sus depuradoras

El estudio, en colaboración con el CSIC, podría permitir una detención temprana del virus y ayudar en las estrategias de salud pública para implementar posibles medidas de prevención.
Imagen de la Depuradora de Valtierra-Arguedas
photo_camera Depuradora de Valtierra-Arguedas

El Gobierno de Navarra, a través de los departamentos de Cohesión Territorial y Universidad, Innovación y Transformación Digital, va a iniciar la próxima semana una investigación para determinar la presencia del virus COVID-19 en las aguas residuales. Para ello ha suscrito un convenio de colaboración con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación.

El director general de Administración Local y Despoblación, Jesús Mª Rodríguez, ha presentado hoy este proyecto junto con los directores de las empresas públicas NILSA y NASERTIC, Fernando Mendoza e Iñaki Pinillos, respectivamente. “Las aguas residuales se revelan como una fuente de valiosa información y el objetivo es que podamos determinar si a través de su análisis se advierte la presencia del virus, incluso antes de que la infección sea detectada mediante otros indicadores, de forma que contemos con un método de detección temprana e incluso por zonas territoriales”, ha detallado Rodríguez.

Fernando Mendoza (NILSA); Jesús Mª Rodríguez (DG Administración Local y Despoblación); e Iñaki Pinillos (NASERTIC)

Sistema de alerta temprana

Varias publicaciones científicas demuestran que el SARS-CoV-2, causante del COVID-19, se excreta en heces de personas tanto diagnosticadas como asintomáticas, y su material genético se ha detectado en muestras de aguas residuales en diversos países. La detección rápida en estos casos constituye una herramienta crucial para alertar de la circulación del coronavirus en una comunidad a partir del estudio de sus aguas residuales.

En el mejor de los casos, el proyecto podría derivar en la creación de un sistema de alerta temprana donde se detectarían indicios de presencia de COVID-19, o de posibles futuros virus presentes en las aguas residuales, en conjuntos de población, pudiendo actuar rápidamente sobre la zona para el aislamiento de los casos positivos. De esta forma, se evitarían contagios o incluso nuevas recaídas.

Además, se está trabajando en la incorporación de NAITEC y de la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona a este proyecto, con el objeto de incluir procedimientos de Inteligencia Artificial y aumentar el rango de alcance del proyecto. La unión de estas cuatro entidades, además, contribuirá a consolidar el ecosistema de I+D+i de Navarra.

Procedimiento

El Estudio de la prevalencia y concentración del RNA del SARS-CoV-2 en aguas residuales contemplará el análisis de trece muestras semanales durante cuatro semanas. La selección de las depuradoras objeto de estudio se ha hecho en función de los tratamientos de depuración y de la incidencia que ha tenido el virus en la zona, y son las siguientes: Pamplona / Iruña, Tudela, Tafalla, Estella-Lizarra y Artajona. Otro punto de gran interés en el que se trabajará es el colector del Hospital Reina Sofía de Tudela, ya que recoge el caudal del centro sanitario en un único colector diferenciado.

Estas muestras serán analizadas posteriormente en los laboratorios de NASERTIC, que ha sido recientemente capacitado por el Instituto Carlos III y el Ministerio de Ciencia e Innovación para la detección del virus COVID-19 en muestras de diagnóstico clínico.

De esta manera, se determinará la posible presencia de material genético del virus en el agua de entrada de diferentes depuradoras, así como tras los tratamientos de depuración.

Objetivo y coste

El objetivo del estudio es doble: por una parte, conocer si la detección del material genético puede emplearse como herramienta de detección de la presencia del virus en las poblaciones que vierten a esas instalaciones y, por otra parte, determinar los tratamientos de depuración eficaces para la eliminación del virus en las aguas residuales para usos posteriores. En este sentido, se ha destacado que las investigaciones y análisis llevados a cabo hasta el momento determinan que tras su tratamiento, el agua depurada no presenta ningún problema de salubridad en relación con la propagación del virus.

Esta primera fase del proyecto tiene un coste de 8.899 euros, financiados por NILSA, y tendrá una duración de tres meses, ya que incluye orientación posterior al trabajo de campo realizado durante las primeras semanas y la elaboración de informes finales de los trabajos realizados. También participará en el estudio la empresa pública GAN/NIK durante la fase de toma de muestras.

Esta iniciativa se enmarca en la apuesta del Gobierno de Navarra por hacer frente a la pandemia con la innovación a través de diferentes perspectivas.