Opinión

Moda, economía y pandemia mundial

Cierto es, que hemos pasado tres meses en leggings o con el pantalón de nuestro equipo de fútbol y de la noche a la mañana, nos ha caído el verano encima casi de manera literal. Desorientados, acalorados y sin influencers que nos hayan guíado por el sendero de la tendencia, sin saber qué ponernos, pero en cierto modo... ¡un poco más libres!

Debido a esta pausa inédita, el séctor moda se ha visto muy afectado, sobretodo, boutiques pequeñas que veían como su stock primavera verano se aburría junto con parte del de otoño invierno aún sin vender. Comprados y pagados, claro, sumando esto al alquiler del local y cero ingresos. Esto afecta directamente a las marcas textiles, en especial, casas nacionales que no han podido dar salida a sus colecciones. No había reposiciones que servir y muy probablemente, también hayan tenido que lidiar con impagados de clientes que no han podido abarcar la situación. ¿Podríamos hacer algo para que estas empresas no tengan que echar el cerrojo? 

Exacto, podemos comprar nuestros outfits veraniegos en nuestros comercios locales, parar un poco esa vorágine de compra online a los gigantes del séctor y dejarnos asesorar con mimo por nuestros dependientes más cercanos. Además, si la crisis económica también te ha golpeado, una opción es el reciclaje, transformar prendas y a la vez, ¡aprender a coser! Hay un millón de tutoriales en Youtube que pueden ayudarte. Si lo tuyo no es la aguja, puedes llevar a una modista tus prendas y pedir los cambios oportunos. Así también darás trabajo a un sector al que le cuesta sobrevivir y haremos un consumo más sostenible y responsable. Dirigir nuestras compras con criterio es la clave y el propósito la meta.