Amo a un hombre que fue tan fabuloso
que dedicó su vida por entero
a los que tuvo cerca, lo primero,
con los que fue sentido y generoso.
No fue con su trabajo perezoso
y en las preguntas duras, fue sincero.
Amó la vida, despreció el dinero
y sólo como padre fue ambicioso.
Fue muy duro perder aquel colega
que dijo la ilusión junto a mi oído
desde mi alfa azul hasta mi omega.
Por eso, padre, nunca me despido,
porque conozco que mi amor te llega.
Porque un día te fuiste y no te has ido.