Villafranca y Marcilla

Marcilla y Villafranca transmiten a Medioambiente su preocupación por la macrogranja de Caparroso

Sus alcaldes piden que se extreme la vigilancia y obligado cumplimiento de toda la normativa, para asegurar que no se produzcan afecciones sobre el entorno natural y el subsuelo de la zona.

Se confía en que la modificación de la ley de sanidad animal que estudia el Gobierno de Navarra ofrezca seguridad jurídica ante estas grandes instalaciones
photo_camera Se confía en que la modificación de la ley de sanidad animal que estudia el Gobierno de Navarra ofrezca seguridad jurídica ante estas grandes instalaciones

Los alcaldes de Marcilla y Villafranca, Mario Fabo Calero y M.ª Carmen Segura Moreno han transmitido al Departamento de Medioambiente del Gobierno de Navarra su preocupación por la ampliación de la macrogranja que gestiona la empresa Valle de Odieta en Caparroso, y las posibles consecuencias sobre el entorno natural de la zona.

El Gobierno de Navarra anunció el pasado 3 de enero que el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN), había estimado parcialmente el recurso contencioso-administrativo interpuesto por la empresa ganadera Valle de Odieta contra la resolución que en 2018 denegó la concesión de una nueva autorización ambiental para su solicitud de ampliación de sus instalaciones en Caparroso con el fin de albergar hasta 7.200 vacas.

Además de anular la resolución, la sentencia del TSJN reconoce el derecho del demandante, la empresa Hibridación Termosolar Navarra SL y Valle de Odieta, a que el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente le otorgue la citada Autorización Ambiental Integrada. Y recuerda además que esto debe hacerse en los términos solicitados. Es decir, para la modificación de la instalación, pasando de 3.450 a 7.200 cabezas de ganado, nuevas instalaciones en la granja y paso a régimen termófilo de la planta de biometanización.

Los alcaldes han transmitido al departamento la preocupación de los vecinos y las suyas propias, y han pedido que se extremen las medidas para asegurar el cumplimiento estricto de toda la normativa aplicable, con el fin de minimizar el impacto si lo hubiera, y de evitar en la medida de lo posible cualquier tipo de vertido al subsuelo, acuíferos, orillas y cauces del Aragón y otros ríos, o afecciones en los sotos y área de monte.

"Sabemos que no es fácil gestionar una macrogranja de estas dimensiones desde un punto de vista medioambiental, pero nos hacemos eco de la preocupación que muestran tanto las entidades vinculadas con la agricultura, como asociaciones de contenido ecologista y empresarios", señalan los dos alcaldes.

"Por ello, confiamos en que se seguirá trabajando hacia un marco jurídico que regule estrictamente la ubicación de macro granjas en Navarra, y en concreto esta de Caparroso, y que se publique en breve la modificación de la actual Ley de sanidad animal para lograr así la necesaria seguridad jurídica al abordar la ubicación de instalaciones de estas dimensiones en la Comunidad Foral", concluyen.