Fútbol

“No están juzgando a Osasuna, sino a unos señores que estuvieron en Osasuna”

A través de esta entrevista, el presidente de Osasuna aborda el inicio de un juicio en el que la entidad participa como acusación particular. 
Luis Sabalza, presidente del Club Atlético Osasuna
photo_camera Luis Sabalza, presidente del Club Atlético Osasuna

Han pasado cinco años desde que el presidente del Club Atlético Osasuna, Luis Sabalza, decidiese levantar las alfombras de la entidad y denunciase un presunto desvío de fondos de las cuentas del club a cargo de los antiguos dirigentes de la entidad. Aquel ejercicio de transparencia permitió iniciar una investigación sobre el destino de las cantidades sustraídas y su presunta relación con un amaño de partidos. Eran los primeros meses de Sabalza como máximo mandatario de un equipo rojillo que vivía tiempos difíciles. Un lustro después, y tras regenerar la institución, asiste al inicio del juicio con once acusados: el expresidente Miguel Archanco, el exgerente Ángel Vizcay, los exdirectivos Sancho Bandrés, Jesús Peralta y Juan Pascual, el exdirector de la Fundación Osasuna, Diego Maquírriain, los agentes inmobiliarios Cristina Valencia y Albert Nolla y los exjugadores del Real Betis Antonio Amaya, Jordi Figueras y Xabier Torres. A través de esta entrevista, el presidente de Osasuna aborda el inicio de un juicio en el que la entidad participa como acusación particular. 

Luis Sabalza, presidente del Club Atlético Osasuna 2

¿Cómo está viviendo el inicio del juicio?

Estos primeros días del juicio los estoy viviendo con una cierta tristeza, porque de nuevo el nombre de Osasuna está en los tribunales cuando yo creo que no tenía que estar. Pero, de nuevo, vuelta otra vez a estar en el tribunal y la opinión pública a seguir hablando de Osasuna no desde el aspecto deportivo, de que hemos pasado a octavos de final de la Copa del Rey o de que vamos bien en LaLiga, sino de otros aspectos en absoluto agradables. Nunca es agradable este asunto.

¿Qué es lo que más le duele?

Lo que más me duele es a nivel nacional o internacional, no tanto a nivel de Navarra, porque a nivel de la Comunidad la gente distingue perfectamente qué es Osasuna, lo qué era, lo qué es, quién está de dirigente y quién estuvo. Me parece que la sociedad navarra por el trato del día a día lo tiene asumido, pero que a nivel nacional o internacional tanto no se puede saber. En este juicio en concreto no somos parte y no nos van a condenar porque no estamos acusados, pero el hecho en sí de que Osasuna esté en los tribunales y que mucha gente de fuera no sepa distinguir… que no, que no están juzgando a Osasuna. Que están juzgando a unos señores que estuvieron en Osasuna y a unos futbolistas que, al parecer, llegaron a un acuerdo con esos señores. Todavía no se ha probado ni se sabe qué va a pasar. Pero la idea del juicio no es decir si Osasuna hizo esto u otro. No. Ha quedado claro que no interviene Osasuna. Lo que es claro es que unos señores que estaban en Osasuna hicieron unas actuaciones que pueden ser delito o no, ya se verá en el juicio.

Han pasado algo más de cinco años desde que asumió la presidencia de Osasuna. ¿Qué encontró en el club?

En el mes de enero (de 2015) nos dan traslado de una carta del Consejo Superior de Deportes en la que nos informan de que habían hecho una auditoría y había dos partidas, una de 1.400.000 euros y otra de 900.000 euros. En la junta directiva decidimos que eso era un dinero que había salido sin justificación y lo llevamos a los tribunales. Presentamos esa denuncia diciendo que a Osasuna le faltaban 2.300.000 euros y que queríamos que nos lo devolvieran. Todo lo demás, a dónde había ido el dinero, la verdad que ha sido el juez instructor el que lo ha aflorado.

¿Por qué decidió denunciar a sus antecesores?

Nosotros queríamos entrar y queríamos hacer lo que a lo largo de este tiempo hemos hecho de orden en el club y, sobre todo, de transparencia. Sobre todo, lo que hemos hecho es cumplir con un club que entendemos que debe de ser transparente y que se sepan las cosas que se pueden y deben saber. Que no hay nada que ocultar.

¿Cree que el club recuperará su dinero?

Eso sería bueno, pero lo van a decidir los tribunales. Hay tres delitos: la apropiación indebida, la corrupción entre particulares y aquello que se llama buena administración, por decirlo de alguna manera. Nos interesa que se nos devuelva el dinero. Lo que realmente interesa es que queden claro dos cosas. Que Osasuna no es un club que se dedica a hacer chapuzas, sino que es un club serio, formal y transparente. Y segundo que se acabe de una vez para que todo esto se olvide y celebremos el centenario y, sobre todo, nos mantengamos en Primera División.

¿Le ha costado que no le identifiquen con el pasado?

Ha sido complicado porque la gente, cuando uno entra en un sitio, piensa que es como los demás. Hay que demostrar con hechos que no teníamos ninguna intención ni hemos hecho nada de lo que hicieron otros. Parecía que íbamos a ser una continuidad de esas juntas directivas y en ningún momento se nos pasó eso por la cabeza. La campaña con la que nos presentamos era “volver a nuestras raíces” y no a la hojarasca que había después.

¿Qué puede aprenderse de lo sucedido?

Lo de recuperar el prestigio que Osasuna siempre había tenido ya lo hemos hecho. Lo que hace falta es que sigamos siendo lo suficientemente conscientes de lo que ha pasado para que sigamos haciendo lo que estamos haciendo. Osasuna era un club querido por mucha gente, creo que ahora lo sigue siendo y esto es lo que queremos. En el futuro hay que seguir en esta línea, estemos nosotros, esté otra junta directiva o esté quien esté. Hay que ser transparentes, comunicativos y tener claras las ideas de qué es un club de los socios y de que ellos son los más interesados en que Osasuna tenga un gran nombre y un gran prestigio.

¿Le ha costado devolver a Osasuna su prestigio?

El presidente ha dejado parte de su vida y parte de su dinero en hacerlo. En cualquier caso, eso ya es algo pasado. Yo creo que hay que partir de un hecho. Es querer, si uno quiere, lo puede hacer. Desde un primer momento y a pesar de las dificultades, siempre hay que marcar una línea. No había que gastar nada que no tuviéramos. A partir de ese hecho, y queriendo, es como se hacen las cosas.

¿Cuál ha sido el objetivo?

Hemos pasado momentos buenos y más momentos malos. Pero tengo que decir que ahora estoy contento porque el 10 de diciembre de 2014 (un día después de tomar el cargo de presidente) me preguntaron por primera vez cuál sería mi ilusión y dije que estar el centenario en Primera. Y bueno, ya hemos empezado el centenario en Primera.

¿Regenerar Osasuna ha sido el mayor reto de su vida?

No sé si ha sido el mayor. Uno, cuando se mete en cualquier actividad en la vida, tiene que ser coherente consigo mismo. Cuando uno se mete en estos cargos no tiene que mirar por uno mismo, sino por el bien del club.

¿Siente que se ha recuperado el orgullo?

Hemos vuelto a las raíces, a ese sentir el osasunismo. Eso es un gran logro de este tiempo que llevo en la presidencia. No sólo mío, sino de todos los que están y estuvieron en la junta directiva anterior. Es un asunto en el que hemos logrado que los trabajadores del club se involucren. El sentimiento está dentro de todos.