Tengo las luces encendidas
a pesar del resplandor que entra por mi ventana.
Necesito aclarar mi percepción,
aunque no sé de qué.
¿Del entorno real, o los acechos?
Pero, las cosas son como son.
¿Será para escrutar un fulgor misterioso,
que a veces como vislumbre embarga mi aposento
y cambia los colores de las cosas, los anhelos?
Seguramente
son las luces del silencio,
los espacios vacíos,
los ensueños,
los que iluminan mi aura
y el halo numinoso del misterio.
Del poemario, ‘Ver pasar el agua’