Pamplona/Iruña

Las ofertas públicas de empleo de los próximos tres años incluirán un total de 55 plazas de bomberos y bomberas

Las ofertas públicas de empleo (OPE) que apruebe el Gobierno de Navarra los años 2017, 2018 y 2019 incluirán un total de 55 plazas de bomberos y bomberas, por lo que serán un centenar las plazas aprobadas si suman las 30 de la OPE de 2015 y las 15 de 2016.

Con esta iniciativa se pretende renovar la plantilla del Servicio de Bomberos con el fin de garantizar la capacidad necesaria para atender en condiciones de seguridad y eficiencia su cartera de servicios, así como para permitir un mejor desarrollo de sus competencias y procurar un futuro viable y sostenible para la organización.

Esta es la principal medida prevista en el acuerdo sobre mecanismos de renovación de plantilla alcanzado entre el Departamento de Presidencia, Función Pública, Interior y Justicia con la representación sindical en la Mesa Sectorial de los Servicios de Bomberos y Protección Civil, que hoy ha recibido el visto bueno del Gobierno de Navarra durante su sesión ordinaria.

En dicho acuerdo también se contempla la consolidación y fortalecimiento de los servicios de transporte sanitario urgente que presta actualmente el Servicio de Bomberos, a la vez que se manifiesta el compromiso de reforzar los parques que se vean afectados por la asunción de nuevas competencias. También se organizará un Grupo de Recate Técnico y un Grupo Técnico de Formación.

Por otra parte, se regularán las condiciones en las que se desempeñan los servicios de segunda actividad, a la que pasan los bomberos cuando cumplen una determinada edad. Así, se negociará con la parte sindical un reglamento que garantice, entre otras cosas, el paso a segunda actividad de todo el personal que, por dictamen de Prevención, se vea obligado a ello. También se reducirá el cómputo anual para cabos y bomberos que, teniendo edad para poder pasar a este régimen, optan por mantener la condición operativa.

El acuerdo alcanzado en la Mesa Sectorial contempla otras cuestiones como el apoyo y revisión anual del decreto foral que regula la realización de horas estructurales por el personal adscrito al Servicio de Bomberos, mientras se redimensiona la plantilla; y la aplicación de medidas que permitan limitar las diferencias salariales entre personal de igual categoría y nivel de responsabilidad.