Opinión

Las no fiestas

¡Hija mía! ¿Estás mala o qué, que no pasas este año a hacerme la visita?... Santa Ana la vieja le dice a su hija, en mi imaginación día tras día. Porque no dudo que Santa Ana, al igual que los tudelanos, este año sienta una extraña sensación ante tan peculiares fiestas que nos van a tocar vivir.

Era un secreto a voces y la incertidumbre por la pandemia ha condicionado el funcionamiento de todo y el de nuestras fiestas. Una decisión dura, tomada de forma compartida y que hará que Tudela se enfrente a unas “No fiestas” cuyos protagonistas seremos nosotros… Los diferentes estados de nuestra psique y la capacidad de adaptación harán que todo funcione.

Por mucho que lo intento no consigo imaginarme cómo van a ser. Diferentes, eso seguro, pero por el bien de todos, y no me cabe duda que no va a faltar lo más importante, el alma, el corazón y la vida de las fiestas: Nosotros, la gente.

Por supuesto que ahí estaremos con el blanco y el rojo de nuestra vestimenta, con ese espíritu alegre que nos caracteriza, con ganas de vernos y viviendo un momento inédito. 

Y porque me debo a mis sentimientos y consciente de que algunos no les va a gustar, tengo que decir que al estar confinados los actos, tampoco se celebrarán las corridas con lo que al mismo tiempo tampoco se avasallarán voluntades, ni entendimientos ni mucho menos sentimientos…Al fin y al cabo, siempre existe algo positivo en lo negativo, no todos pierden y no creo que pase nada malo por ello. El rojo de nuestros pañuelicos ahí estará pero no el rojo de la sangre derramada por un animal. ¡Ironías de la vida!

Y bueno, poco más que decir, solo que como siempre, para el desarrollo óptimo de estas singulares fiestas será importante la predisposición positiva de los ciudadanos y el respeto mutuo entre ellos porque con el esfuerzo colectivo se consiguen victorias y sobre todo bienestar y ante lo desconocido es mejor sigamos siendo prudentes.

Felices fiestas para tod@s.

¡¡¡Viva Santa Ana!!!