El lunes se cumplió un año más la tradición, y la plaza de los Fueros acogió durante toda la jornada las tres vueltas que infinidad de propietarios de animales dieron con sus mascotas a la cruz que la Orden del Volatín plantó en plena calle.
Por otro lado, se entregó un pergamino a cada propietario que se animó a dar la “vueltica” y, además, se sorteó un lechón despiezado y envasado al vacío. La actividad concluyó con una misa en la Parroquia de San Jorge que congregó a los creyentes.
