Previsión de contratación
En 2006, la renta per cápita de la Ribera se situó en un nivel del 79,9% respecto a la media de Navarra, un dato que contrasta con el registrado en 2001 (77,4%) y que, junto al bajo nivel de estudios de la población activa y la positiva relación entre el gasto de formación y la rentabilidad obtenida por las empresas riberas, centran el apartado de conclusiones del 5º Estudio Indicadores AER, presentado ayer en la capital ribera. Bajo el título “El mercado laboral en la Ribera: puestos de trabajo de difícil cobertura y necesidades de formación”, el documento ha sido elaborado por el experto en economía navarra y profesor de la Universidad CEU San Pablo, Gonzalo Sanz-Magallón Rezusta, el documento actualiza los cambios que están teniendo lugar en cuanto a las tendencias demográficas, económicas y del mercado laboral de la Ribera, e incluye como novedad un análisis sobre la creación de empresas en los últimos años.
Formación en las empresas
De las conclusiones extraídas del 5º Estudio de Indicadores AER se desprende que las mayores previsiones de contratación de nuevos empleados para los próximos cinco años se producirán en empresas industriales, principalmente en las ramas “Metalurgia, productos metálicos y maquinaria” e “Industria de alimentación y bebidas”. Las empresas de las actividades de servicios cuentan, sin embargo, con unas previsiones más moderadas, así como la “Hostelería y transporte” y el “Comercio”. Estos datos apuntan a una tendencia de aumento futuro de la especialización del mercado laboral de la Ribera en torno a los sectores industriales con mayor implantación actual.
De igual forma, el trabajo de Gonzalo Sanz-Magallón determina que la población activa de la Ribera presenta un bajo nivel de estudios. Además, en general, las personas con un menor nivel de estudios tienden a recibir menos formación continua a lo largo de su vida, por lo que es necesario potenciar esa formación en la Ribera.
Por otra parte, en el estudio realizado se demuestra que entre las empresas riberas existe una relación positiva entre el gasto en formación y la rentabilidad obtenida y pone de manifiesto que la importancia que se atribuye a la formación aumenta con el tamaño de la empresa.
