Tudela

La máquina se rompe a piezas

1382735913.jpg

Ficha técnica

Desorientado y maniatado. Así ha acabado el Ríos Renovables su partido frente al Burela, en el que ha caído derrotado (2-6) tras un inicio esperanzador. Los pupilos de Pato han sucumbido a un equipo gallego bien plantado y guiado por la calidad técnica de sus jugadores, sobre todo del internacional Matamoros.



El final de la película no se lo esperaba ni el Ríos Renovables ni la afición ribera, que se enchufó junto con un equipo inspirado en los mejores minutos de la temporada para el conjunto azulón. Una salida en tromba, en la que el Burela se vio totalmente desbordado por la anticipación y la velocidad local, propició que el Ríos se colocase con una cómoda ventaja. 2-0 en apenas 8 minutos.



Palmas fue el encargado de estrenar el marcador, al rematar con precisión un saque de bandade Álex, quien celebraba con una asistencia su convocatoria con la selección española sub-18. Un minuto después, Joselito, el mejor del Ríos muy por encima del resto, no falló en una conducción a la contra dirigida con maestría con recorte al portero incluido.



Lamentablemente, las rentas en un deporte como el fútbol sala pierden trascendencia de manera efímera. Esta vez los gallegos tardaron tres minutos en despertarse de su cabezada, merced a un gol de Iago Míguez. No desesperó el Ríos, todavía con la confianza por las nubes tras su fulgurante inicio de encuentro. Los de Pato atacaron la meta de Álex González a través de un juego fluido y rápido. Eso sí, el Burela también se había apuntado a la pelea eléctrica y de tú a tú.



Inexplicablemente, los locales desaparecieron en el último minuto, siendo meros espectadores de la remontada lucense. Hugo enganchó un gran pase bombeado de Matamoros para igualar, y, segundos después, un error en la salida de balón de Lolo lo aprovechaba Iago Míguez para hacer su segundo gol y poner por delante a los naranjas.



'La Caldera' bajó su temperatura más que nunca, intentando encontrar una explicación a tamaño cambio de tornas. Quizás por eso tardó el público en empujar a los suyos en el segundo acto. Para cuando el Ríos se quiso dar cuenta, Antoñito puso tierra de por medio con el 2-4 al finalizar otra gran jugada personal de Matamoros, cuyo control orientado previo a la asistencia, dejó embobados a todos los espectadores.



Restaban poco más de diez minutos. El Ríos protagonizó uno de sus habituales arreones. Lolo y Andresito probaron a Álex González, que respondió con reflejos a prueba de bombas, al igual que un Molina que cada vez resulta más trascendental en los momentos críticos del Ríos Renovables gracias a sus paradones.



Pato, tras un primer amago a falta de siete minutos para el final, apostó definitivamente por el ataque de cinco para cuatro con cinco minutos por delante para darle la vuelta a la tortilla. El Burela apretó los dientes, demostrando que su potencial es enorme, y que su lugar en la tabla de esta liga se encuentra muy arriba.



Los gallegos sentenciaron el choque en los últimos instantes del partido. Isi primero y Matamoros, redondeando con un gol su fantástico partido, dibujaron el definitivo 2-6 en el electrónico, dejando al Ríos totalmente hundido y a la deriva. Ni siquiera el debut en liga del portero canterano Juan Bozal, recibido con una tremenda ovación, desdibujó la disolución progresiva de un Ríos que acabó, literalmente, hecho polvo sobre la pista.

RÍOS RENOVABLES: Molina; Lolo, Andresito, Rubi y Charlie -cinco inicial- . También jugaron Palmas, Roger, Joselito, Álex, Luisma y Juan Bozal.


BURELA PESCADOS RUBÉN: Álex González; Mimi, Antoñito, Hugo y Matamoros -cinco inicial- . También jugaron Iago Míguez, David, Cristian, Isi y Juanma.


ÁRBITROS: Bernabéu Haro y Rabadán Sáinz (colegio valenciano). Amonestaron por el Ríos a Roger y por el Burela a Isi y Antoñito.


GOLES: 1-0, m.7: Palmas. 2-0, m.8: Joselito. 2-1, m.11: Iago Míguez. 2-2, m.20: Hugo. 2-3, m.20: Iago Míguez. 2-4, m.29: Antoñito. 2-5, m.29: Isi. 2-6, m.30: Matamoros.


INCIDENCIAS: Unos 800 espectadores en el Pabellón Ciudad de Tudela.