Tudela

La integración del padre en la preparación al parto es clave para el éxito de la lactancia materna

La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y como alimentación complementaria hasta los dos años, puesto que la leche materna tiene innumerables ventajas tanto para la madre como para el bebé.



Sin embargo, según estimaciones de la propia Organización Mundial de la Salud, de las madres que lo hacen, sólo la mitad lo mantienen pasados los tres meses de vida del bebé. La falta de información de los padres, así como la escasez de apoyo familiar o social son las principales causas que hacen que la lactancia no prospere. Es por esto que la integración del padre en la preparación al parto y el apoyo profesional a la pareja tras el mismo son dos pilares básicos para lograr el éxito de la lactancia.



Conceptos como “no sé si mi leche es buena, mis pechos son pequeños, no sé si tendré suficiente leche”, son algunos ejemplos que la evidencia científica ha desmontado. De hecho, la hipogalactia (falta o escasez de leche) se presenta únicamente en el 5% de las madres.



La falta de información, la desconfianza en la propia capacidad de amamantar y el escaso apoyo social y familiar son las causa del fracaso de la lactancia.



El apoyo profesional tras el nacimiento del bebé es otro pilar clave para lograr el éxito puesto que la preparación del padre para el parto y los días posteriores ayuda a la madre a alcanzar un estado óptimo para dar el pecho. Ayudar a las parejas primerizas cuando vuelven a casa con su bebé, cuando todo les es desconocido y están llenos de inseguridades, refuerza sus conocimientos, soluciona sus dudas e incrementa su confianza en el proceso.