Opinión

La iglesia de San Nicolás de Tudela, como el perro de Pavlov

Como si de un estímulo condicional 'pavloviano' se tratase, la pasada semana trascendió que desde el Ayuntamiento de Tudela se han puesto manos a la obra en la iglesia de San Nicolás, donde instalarán un aparato para evitar que aniden cigüeñas. La noticia salta justo unas semanas después del penúltimo desprendimiento y días antes del último, que ha afectado al tejado. Pese a tratarse de una iniciativa aplaudible, no deja de sorprender que el Ayuntamiento siga sin tomarse demasiado en serio los continuos mensajes de advertencia que lanza la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, conocedora de primera mano del estado del inmueble, y que sólo actúe cuando caen cascotes a la calle. ¡Siempre igual!