Opinión

La hora de la verdad

Se acerca el momento de la verdad, se acabó el mercadeo con el pueblo.  Ahora el pueblo soberano decide.  

Esta ha sido una de las campañas y precampaña, donde más insultos, y mentiras (desenmascaradas casi siempre por las hemerotecas) se han vertido, y donde las redes sociales más incidencia pueden tener.  

Caracterizadas por un nivel bajísimo de la mayoría de nuestros políticos, que a la hora de exponer sus programas casi todo se ha basado en el "y tú más". En desprestigiar al adversario y en mentiras, en lugar de propuestas y soluciones para resolver nuestros problemas. Cosa que al votante en lugar de ayudar a tomar una decisión, lo confunde.  Quizás esa es la estrategia, totalmente errónea sobre el punto de vista de cualquier persona “normal”, pero no de un político.

Para ser conscientes del nivel de nuestros líderes, ni tan siquiera podremos fiarnos de sus currículum, pues de los cuatro principales, solo uno, hoy por hoy, no está bajo sospecha de que su nivel académico sea real, los otros tres al parecer los inflaron fraudulentamente.  

Existen muchas personas que le dan una gran importancia e incluso se vanaglorian de su paso por la universidad y me parece legítimo. ¿Pero realmente es necesario sacar pecho por ese motivo y hacerlo como un valor sobre los demás? En el caso de millones de ciudadanos (en los que me incluyo) por circunstancias de la vida, entre ellas ayudar a nuestras familias, cuyo poder adquisitivo era mínimo, no pudimos hacer ni el bachiller.  Eso no nos ha mermado ni un ápice para ser tan útiles a la sociedad como los que tienen sus flamantes carreras.  Más al contrario esa circunstancia nos hizo esforzarnos mucho más para conseguir con nuestra tenacidad y espíritu de lucha, superar esa carencia.  

La base de cualquier actividad en la vida, incluida la cultura, la ciencia y la política, es el respeto. Y eso nos lo inculcaron nuestros padres como principio y valor de vida.  Pero al parecer el día que dieron esa asignatura en la universidad, muchos faltaron a clase.

Bajo mi punto de vista, los políticos que se presentan a estas elecciones, se han comportado como malos comerciales intentando vendernos confusión. Ignoro el propósito.

Continúo teniendo la esperanza de que un día el pueblo llano, se comprometa más políticamente y en lugar de leer los titulares grandilocuentes en vísperas de votar, lea la letra pequeña del día a día entre elecciones.  Solo así acumulando información contrastada a lo largo de una legislatura, se puede formar un criterio independiente y personal.

Los demócratas tenemos el derecho, la libertad, y yo diría que el deber como ciudadanos libres, de votar el próximo día 28 abril.  Aprovechémoslo.