Opinión

La foralidad navarra y la autonomía española, en tela de juicio

No saben lo que quieren. Es lo que se puede entrever cuando se observa a derecha e izquierda cómo se vilipendia la España de las autonomías y los derechos históricos forales que, lejos de conocerse siquiera, se manipulan en el debate absurdo del ojo por ojo y el  ‘y tú más’.

Estos días Navarra ha tenido que soportar, en esta materia, la bochornosa presión ejercida por el PP madrileño que, incluso desde las más altas instancias de la Asamblea de Madrid, de la bocaza de su presidente, Ignacio González, ha tenido que oírse que esta tierra es insolidaria además de privilegiada. Y así nunca podremos llegar muy lejos, porque al margen de excesos al más puro estilo catalán, nunca alcanzaremos ni más país ni más Europa -sean estos como se quiera, al margen-, tirando sólo de reproche.

De este modo, el modelo británico con el referéndum escocés de esta semana, descoloca a todos aún más y, con el permanente guiño obvio al ‘derecho a decidir’, se permiten todo tipo de descosidos que emponzoñan la labor positiva de estos últimos 35 años.