La depresión se ha convertido en la principal enfermedad mental que afecta a la mujer. De hecho en algunos países se trata ya de la patología que causa mayor carga social por discapacidad y años perdidos a causa de la enfermedad. Y es que una de cada cinco mujeres tiene riesgo de sufrir un auténtico cuadro depresivo a lo largo de su vida.
A la hora de abordar las enfermedades mentales, hay que prestar especial atención a las diferencias entre hombres y mujeres. Donde más se aprecian las diferencias entre uno y otro sexo es precisamente en la depresión, pues afecta casi tres veces más a las mujeres que a los hombres. Tres causas justifican este hecho: educación, hormonas y trabajo dentro y fuera de casa.
Al varón le han enseñado a no manifestar sus sentimientos, razón por la que es más difícil conocer si está pasando o no por una depresión. Si a eso se le suma que la mujer es más sensible que los varones desde el punto de vista endocrino y que pequeñas variaciones hormonales pueden causar cambios psicológicos, es comprensible que el número de mujeres diagnosticadas sea mayor.
Por último, la mujer es quien suele llevar las riendas de la vida familiar y cualquier aspecto que vaya mal en este ámbito le afecta. El varón, en cambio, tiene más posibilidades de escapar de este entorno. Además, no hay que olviar que, en muchas ocasiones, aunque la mujer se haya incorporado al mundo laboral, sigue encargándose de su hogar, con lo que realiza una “doble labor” que genera un doble estrés.
