Fernando Rubio Ibáñez, médico jubilado de 67 años, publicó hace unos meses su libro de memorias, titulado ‘De cazador a pediatra’, una obra autobiográfica en la que relata sus vivencias como pediatra y aficionado a la caza, las que han sido sus dos pasiones y vocaciones a lo largo de una vida de novela, que le ha llevado por lugares tan distantes como el Sáhara o los pueblos de Soria. El éxito de recepción de su publicación ha hecho que la segunda edición vaya a lanzarse el próximo 25 de noviembre.
Las memorias de Rubio han supuesto todo un éxito debido a su labrado historial como pediatra a lo largo y ancho de la Comarca. “Habré realizado casi 90.000 consultas por toda el área de Tarazona, Tudela y su Ribera, Ágreda, el Somontano y parte de La Rioja”, afirma. Gracias a su intachable labor, son muchas las personas que esperaban este libro como agua de mayo. Buena prueba de ello fue la presentación oficial en Tarazona, la ciudad que le ha visto más años volcado con su profesión, a la que acudieron 500 personas.
Caza y casos clínicos
En los párrafos del libro se entremezclan pasajes en los que Rubio relata con precisión y memoria vívida ratos de monte y caza con otros fragmentos en los que cuenta los casos clínicos que más le marcaron en toda su etapa como médico. “Hay 232 casos relatados y algunos tan curiosos como una leishmaniasis visceral en una niña de Ribaforada o una intoxicación por plomo de miembros de una familia que bebían vino de una tinaja pintada”, recuerda.
“He querido hacer esto para que todas las historias se queden escritas y las puedan ver mis nietos y toda la gente a la que he atendido durante tanto tiempo”, sentencia Rubio.
