Una novela gráfica que aúna investigación histórica, literatura, ilustración, educación y música para reclamar el papel que las mujeres tuvieron en la antigüedad; y un festival intergeneracional que nació con la intención de dinamizar la actividad cultural de la ribera navarra a través de la cultura, son los dos proyectos de la Ribera, ambos de Cascante, que han resultado beneficiarios de la última edición de InnovaCultural. El programa, impulsado por Fundación “la Caixa” y Fundación Caja Navarra y que este año celebraba su tercera edición, había duplicado su dotación económica hasta llegar a un millón de euros con el objetivo de fortalecer el tejido cultural navarro ante el delicado momento que está atravesando a causa de la crisis generada por la Covid-19.
Julia Maior es el título del primero de los proyectos dotado con una ayuda de 28.315 euros. Se trata de una novela gráfica–musical creada por la empresa cascantina Acción SI, organización multidisciplinar que diseña, organiza y realiza proyectos culturales basados principalmente en la participación comunitaria. Con esta novela pretenden reclamar el reconocimiento del papel que las mujeres tuvieron en la Antigüedad y para ello han elegido la vida de Julia Maior, hija del primer emperador de Roma, Augusto. Acción SI pretende mostrar a una mujer inteligente, con poder y libre pero que sufrió la opresión y el maltrato tanto en vida como después de su muerte puesto que su padre decretó para su hija una pena complementaria: la damnatio memoriae. En el proyecto participan Carolina Ruiz, escritora y educadora; y Marta Gómara, gestora cultural y arqueóloga; ambas de Acción SI. Pero además colaboran Rosalía Rodríguez, Catedrática de Derecho Romano de la Universidad de Almería; Noelia Azagra, diseñadora gráfica e ilustradora; La Furia (Nerea Lorón), rapera; y Alicia Azagra, asesora en marketing digital. Sus creadoras no solo quieren reivindicar el papel que las mujeres han tenido a lo largo de la historia, sino que “queremos poner de manifiesto que muchos de sus problemas siguen siendo actuales en nuestra sociedad y entre nuestras jóvenes”.
El segundo de los proyectos riberos beneficiarios y que ha conseguido una ayuda de 15.840 euros, es el del Festival Estaciones Sonoras, un festival intergeneracional que nació en 2014 de la mano de Radio Cierzo (asociación sin ánimo de lucro) con la intención de dinamizar la actividad cultural de la ribera navarra a través de la cultura. La música es el hilo conductor que pretende conectar diversas generaciones para disfrutar de un amplio programa de conciertos de diversos estilos como pop, rock, indie o jazz, pero en el que además se puede disfrutar del folk, con la participación de grupos de danzas tradicionales, o de conciertos inesperados con instrumentos insólitos.
Actualmente unas 20 personas forman parte activa del proyecto de forma voluntaria, y con una trayectoria de 7 años y 20 ciclos a las espaldas, cada una de las ediciones del festival se ha convertido en referente nacional, más allá del ámbito territorial, con participantes, público y asistentes de todos los puntos de la geografía española. Con tres ediciones al año, que coinciden con el invierno, la primavera y el verano, sólo en 2019 superaron los 11.000 asistentes. Su apuesta por el pequeño formato y la cercanía con el público ha conquistado a artistas como Iván Ferreiro, Rosendo, El Drogas, Sidonie, Soleá Morente, Tequila, Morgan, Viva Suecia, Depedro o La Casa Azul, entre los muchos músicos que han pasado por sus escenarios. En 2020 tras la pandemia del COVID-19 las ediciones presenciales tuvieron que cancelarse, pero a través de las redes sociales se han ofrecido webinars y actuaciones que han permitido a los seguidores y público seguir conectados. En la actualidad el equipo está trabajando en la edición de 2021 cuya programación y formato será desvelado en los próximos meses.
Los 38 proyectos seleccionados en esta tercera convocatoria de InnovaCultural muestran un amplio espectro de intereses temáticos. Problemáticas actuales de carácter social, la inmigración, la exclusión, o los nuevos retos tecnológicos, junto a preocupaciones de corte antropológico o cultural, como la investigación de las raíces tradicionales o la preservación de la cultura local.
