Fútbol

“Fue bueno no tener mucho tiempo para pensar”

Iñigo Valencia es preparador físico del Persépolis, uno de los mejores equipos de Irán.

Iñigo Valencia en su presentación con el Persépolis
photo_camera Iñigo Valencia en su presentación con el Persépolis

La vida de Iñigo Valencia ha cambiado mucho en apenas un año. A finales de 2018 era destituido como entrenador del CD Tudelano y ahora se encuentra en Teherán como preparador físico de uno de los mejores equipos de Irán, el Persépolis, que en la actualidad es segundo a 3 puntos del líder. 

En una reciente visita a Tudela por el parón de liga quedamos con él para que nos cuente cómo está siendo esta nueva etapa.

¿Qué hace Iñigo Valencia por Tudela?

Visitar a la familia. A la niña, a mi mujer, que llevaba ya 2 meses sin verlas. Cuando juega  la selección la liga se para durante 15 días, así que nos da pie para 3-4 días libres. Llevamos tres fechas FIFA y me he venido dos. Ahora ya a esperar a final de año.

¿La familia se ha acercado a Irán?

Mi padre y mi cuñado han estado. Les sorprendió mucho porque visto desde aquí es una cosa y desde allí es otra; ahora quieren volver. La niña no porque al no haber vuelos directos es muy pesado el viaje. 

¿En qué momento se te pasa por la cabeza irte a Irán?

No se me pudo pasar porque no hubo tiempo para nada. Me llamo Joaquín una mañana y por la noche salía el vuelo. Me comentó las condiciones y la verdad es que era irrechazable en lo deportivo en lo económico. Fue bueno no tener mucho tiempo para pensarlo.

¿Qué conocías de Irán y de su fútbol?

De su fútbol todos tenemos en la cabeza a Ansarifard, Massoud y Nekounam que jugaron en Osasuna con buena impronta. En cuanto a la selección, jugaron el pasado Mundial en el grupo de España y dieron un buen nivel. En Asia están a un nivel muy alto futbolísticamente.

Y luego el país, cuando se enteró la gente de que me iba les dio un cierto respeto por cómo iban a estar las cosas, especialmente por la situación política y religiosa. Pero luego lo que te encuentras no tiene nada que ver con un poco lo que te venden.

¿Cómo es la vida allí?

Para nosotros la vida allí es trabajar. Madrugamos, comemos en el club y por la tarde hacemos algo más de trabajo en casa. En el poco tiempo que nos queda vamos al gimnasio, a correr a un parque que tenemos cerca, jugar a los bolos, al cine, a tomar algún café… además hay muchos sitios para salir a cenar o comer; la ciudad está muy bien.

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La ciudad es Teherán, la capital. ¿Te ha dado tiempo de visitar algo por los alrededores?

Solo lo que visitamos con el equipo cuando vamos a jugar fuera, pero no me ha dado tiempo de hacer turismo porque el país es muy grande. Ver por ejemplo las ruinas de Persépolis es coger un avión. Sí que hemos visitado una isla al sur que es el paraíso turístico, la Formentera de Irán. Lo cierto es que no nos ha dado tiempo a más porque hacen falta un par de días para coger avión y visitar sitios que hay muy bonitos y milenarios, pero no hemos podido ir. 

¿Qué tal va el idioma?

Pues sé algo en persa, sobre todo de fútbol de escuchar a los jugadores. Pero tenemos un traductor fantástico español-persa. Es un chico encantador, además su mujer también habla español porque trabaja en la embajda. Son dos descubrimientos fantásticos y con él nos manejamos para todo. 

Por lo menos, el entrenador es argentino y además hay otro navarro en el equipo técnico.

Gracias a Joaquín acabé yo allí y la verdad es que estoy bien. Los embajadores españoles y argentinos nos hicieron una recepción y ahí conoces a los cuatro españoles que estamos por allí. Hablar de vez en cuando castellano es un alivio. 

Habías dado el salto a entrenador con el Tudelano y ahora vuelves a ser preparador físico, ¿cómo ha sido el cambio?

Me gusta el fútbol. He tenido la suerte de poder vivir de él desde que terminé la carrera de preparador físico, de segundo y de primero y ahora otra vez de preparador físico. La verdad es que me gusta cualquier cosa relacionada con el fútbol y no tuve mayor problema. El único inconveniente es que llevaba ya varios años sin ocupar ese rol y hay que reciclarse un poco y ponerte al día porque el fútbol no para.  

Imagino que las instalaciones no tendrán nada que ver con las del Tudelano.

Tenemos mucha suerte en ese sentido porque tenemos un campo de entrenamiento en el que entran 40.000 personas, un gimnasio estupendo, zona de vestuarios, las oficinas, comedor, zona de agua con jacuzi, sauna, agua fría… está todo muy completo. Luego tenemos también otra instalación en el centro de la ciudad a la que no solemos ir porque es artificial, pero viene muy bien para la Academia y tienen también residencia, gimnasio, sala de juegos, comedor… la verdad es que es un nivel top. 

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Para los de aquí, conocemos del fútbol iraní lo que mencionabas de los exrojillos y poco más, pero ¿qué equipo es el Persépolis?

Nuestro portero se hizo muy famoso porque le paró un penalti a Cristiano Ronaldo y es como un héroe nacional. Hace un mes le dieron el premio a mejor portero de Asia. En la plantilla tenemos a 6 internacionales y los 6 podrían jugar en Primera División de España perfectamente. Hay nivel, alguno ha jugado en Turquía, el portero ha tenido ofertas de Italia… hay un nivel muy bueno y tenemos a gente muy trabajadora. Muchas veces en vez de tirar de ellos tienes que frenarles porque igual tienen una contractura, les dices que paren y no lo conciben. Si no están lesionados no paran. En ese sentido es una gozada trabajar con ellos.

En cuanto a la liga estamos viendo que es muy igualada. Es cierto que los que ascienden lo tienen muy complicado para aguantar un año y casi siempre acaban subiendo y bajando, pero los equipos instaurados en Primera tienen un nivel medio alto y en algunos equipos se pagan mucho dinero. Te puede dar un disgusto cualquier equipo. Normalmente contra nosotros siempre se cierran más y buscan contras, así que no es sencillo.

Además, el país tiene mucha variación climatológica. A una hora de Teherán ya vemos la nieve y en cambio en el último partido que jugamos, en el sur de Irán, lo jugamos a treinta y pico grados. Así que tienes que acostumbrarte a jugar a temperaturas muy cambiantes, a jugar a bajo cero y la semana siguiente a igual jugar con 30 grados.

¿Cuál es el objetivo que tienen para esta temporada?

Ganar todo porque somos tricampeones de liga, campeones de Copa, finalistas de Champions… así que hemos cogido un caramelo envenenado porque todo lo que no sea repetir, al menos alguno de los títulos, se va a considerar casi en un fracaso. Ahora estamos segundos, hemos estado cuartos, quintos, que ya nos provocó batante críticas. Es vivir con una presión diferente a lo que estaba acostumbrado, pero la verdad es que se lleva bien.

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¿Y cómo se vive el fútbol? 

En nuestro caso es una locura. Hay un estudio que dice que el 60% del país son seguidores del Persépolis. De hecho ha habido ocasiones en las que nos ha tocado ir a jugar fuera y el campo parecía el nuestro. La verdad es que cuando jugamos fuera llenamos los campos y el nuestro no lo llenamos porque entran 100.000 y es muy difícil. Es una locura. Vas al peluquero y no pagas; vas al dentista y tampoco porque eres del staff de Persépolis. Muchas veces vas a comer a comprar ropa y lo mismo. Es una barbaridad. Por la calle igual, el míster tiene que mirar mucho qué horas salir y a dónde porque es un asedio constante. 

¿Cómo se vivió en el país el movimiento blue girl?

Es paradójico porque a pie de calle y los propios futbolistas están posicionados a favor de que las mujeres puedan acceder a los estadios. Lo cierto es que entran a todos los espectáculos, entran al volleyball, al baloncesto, fútbol sala, balonmano… menos al fútbol. Yo creo que todo el mundo está muy posicionado en favor de que entren, menos los que a la hora de la verdad tienen que decidir si entran o no. Tú vienes de fuera, el país tiene sus cosas y al final… La situación es la que es y yo no veo fácil que cambie. Sé que ahora a los partidos de la selección pueden ir, pero en liga lo veo más complicado.

¿Hasta cuándo tienes contrato?

Esta temporada con opción a otra más. Dependerá mucho de si somos capaces de conseguir algún título o por lo menos dar la sensación de que el proyecto puede tener un gran recorrido y luego evidentemente de que el jefe quiera.

¿A ti te gustaría?

Sí, yo estoy encantado. Quitando algunas cosas que ves y que te deja tocado, por ejemplo la gran desigualdad existente, hay mucho contraste y casi no hay clase media y obviamente el tema de la familia. Pero a nivel personal y profesional yo estaría encantado de seguir.