Opinión

Homenaje a los que no estáis

Lo que ocurrió en muchos municipios y comunidades autónomas el día 24 de mayo fue sorprendente por lo que supone de transformación en el panorama político de este país.

Me voy a detener en mi ciudad, en Tudela, por ser lo que más conozco y disfruto y porque ha sido uno de esos lugares donde sus ciudadanos decidieron por la izquierda. E, inteligentemente, dan una oportunidad a otra manera de hacer política.

Se dejaba sentir en el ambiente, nada es igual a lo conocido hasta ahora en la forma de hacer política. Cambió radicalmente en una fecha mítica ya para nuestra memoria. El 15 M puso los problemas reales, los que importan de verdad en el centro del debate. Aquello de “no nos representan” como forma de expresar un enfado porque desde las instituciones no se atiende lo realmente importante cuajó.

¿Quién podía imaginar que los desahucios, la transparencia, la pobreza energética y la decencia política, sobre todo la decencia con mayúsculas, fueran el centro, eje y vertebrador de la finalizada campaña?

Ahora, después de la resaca ilusionante, toca gobernar, decidir, actuar y todo va a ser mayoritariamente consensuado porque ha sido lo que han querido los ciudadanos.

Primero, porque han mandado a las mayorías absolutas a tomar viento fresco, y segundo porque la política aparte de ser una pasión, no un empleo o devoción, es diálogo, compromiso, pacto y acuerdo.

Y esto precisamente es lo que debe brillar ahora, el acuerdo. Pero no un acuerdo chato e interesado sobre quién ostenta ésta u otra responsabilidad. Hace falta acuerdo de grandeza de miras y de generosidad.

"¡Va por vosotros, Antonio, Josemari, Dado, Higinio!"

 

Respondo por la parte que pueda tocarme que lo tengo claro y lo voy a exigir a mi gente. A esas personas que han constituido la lista de I-E con inteligencia. Una lista con personas de diferentes ámbitos sociales que ha hecho que la ciudadanía confíe en su responsabilidad y eficacia su servicio.

El cambio generacional y la suma de una parte de la izquierda en Tudela comenzó hace años. Ni somos los únicos que conformamos la izquierda ni, por supuesto, este camino ha terminado. Me atrevo a decir que no ha hecho más que comenzar.

Ha habido personas que dedicaron parte de su vida a una causa tan noble como es intentar transformar la sociedad para mejor, para la mayoría, para que la igualdad, la solidaridad y la fraternidad fueran los faros que guían una forma de hacer las cosas en lo que es público y de todos. No están, pero contribuyeron a ello. Los imagino locos de contentos con nuestro resultado electoral gracias al respeto y apoyo que nos ha otorgado en Tudela su ciudad.

¡Va por vosotros, Antonio, Josemari, Dado, Higinio!