Enero, febrero, marzo y 2021. Visto y no visto, 2020 se acaba con los últimos coletazos de extrañeza que empezaron a sacudirnos antes de la primavera y nos asoman a un nuevo año de incertidumbres.
Como alcalde, mi Tudela deseada rema junta y sana, sobre todo sana, hacia la capitalidad. Porque el esfuerzo de mi gente tiene que ser devuelto con justicia, con lo que como prestadores de servicios supramunicipales corresponde. Y esa lucha, que es de la que me hice responsable y en la que he continuado a pesar de esta maldita pandemia, no la va a parar ningún virus. La política municipal me ha enseñado que no sirven los grandes propósitos si no van acompañados de hechos tangibles, ciertos, reales, que la gente pueda comprobar.
De momento, quiero que os cuidéis, que cuidéis a los vuestros, que nos cuidemos los unos a los otros para llegar juntos a 2021, para recordar dentro de un año, todos juntos, que somos parte de la mejor ciudad del mundo. Porque solo con salud alcanzaremos la prosperidad que nos deseamos en estas fechas. Solo estando todos y remando en la misma dirección de nuestras convicciones estaremos preparados para iniciar la ansiada normalidad que ahora mismo ya estamos construyendo. La normalidad de Tudela, la capital de la Ribera.
Feliz Navidad, Salud y próspero año nuevo.
