Navarra

La gestión de microrredes eléctricas, en función de la meteorología

Julio Pascual Miqueleiz
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La gestión energética de microrredes eléctricas basadas en energías renovables, como la eólica y la solar, mejora si se emplean los datos de la predicción meteorológica, ya que esta información permite calcular, de una forma real, la generación de este tipo de energías. Así lo ha constatado el ingeniero Julio Pascual Miqueleiz.

Una de las opciones más viables y sostenibles para transformar el sistema energético actual es el uso de microrredes, sistemas basados en tecnologías renovables que almacenan la energía y gestionan su consumo localmente, de forma que pueden funcionar tanto conectadas a la red eléctrica como de manera independiente. Su principal inconveniente es que resultan muy caras para los consumidores, porque utilizan baterías muy grandes y dependen en exceso de la red eléctrica.

“La batería proporciona el colchón necesario para controlar el consumo. Si falta energía, la coge de la batería; y si sobra, la almacena como reserva intercambiando con la red una potencia casi constante a lo largo de un día”, señala Pascual.

Las pruebas se llevaron a cabo teniendo en cuenta todos los consumos de un hogar: consumo eléctrico típico, climatización y agua caliente. En una primera fase, se analizó el consumo instantáneo y diario para tratar de determinar cuánta energía necesitaba, cuánta generaba y cuánta devolvía a la red. Sin embargo, se constató que seguían produciéndose picos de consumo y que el intercambio de energía con la red eléctrica no era equilibrado.

Para mejorar los resultados, en la segunda fase se introdujeron datos de predicción meteorológica. La principal ventaja de la predicción consiste en que consigue que la microrred no tenga que coger tanta energía de la red eléctrica e, incluso, pueda devolver a la batería la energía no consumida. El inconveniente es que no hay predicción perfecta. “Los días extremos son fáciles de predecir. En cambio, cuando las previsiones no están claras, los resultados no son buenos. En cualquier caso, las predicciones erróneas en días variables no afectan tanto a la eficiencia de la instalación, ya que los errores se compensan durante el día”, indica el ingenierio.

Una vez constatada la eficacia de la predicción, el siguiente paso fue utilizar un depósito de agua como almacenamiento de energía adicional. Durante los ensayos, se tomó como referencia un depósito de agua de 800 litros a 60º C. “La solución pasaría por gestionar las cargas térmicas, de forma que, en lugar de desviar a la red eléctrica el excedente de energía acumulada, se utilizara para calentar el agua caliente y se podrían controlar los picos de consumo. Esta opción es muy interesante cuando se genera mucha potencia en un periodo de tiempo muy corto”, concluye Julio Pascual.