La nada sospechosa Fundación de Cajas de Ahorros, FUNCAS, llevaba tiempo constatando y rebajando las previsiones de crecimiento para este 2020. Hablaba, para no asustar demasiado, de un premonitorio “fin de ciclo”, porque veía que avisar abiertamente de la llegada de una recesión, en la calle, no se iba a entender, y aquí la tenemos, ya encima. El Carnaval nos la ha traído en forma de “Coronavirus”, un resfriado camuflado como epidemia que se está convirtiendo en pandemia mundial y chispa que hace saltar las llamas del temor al terror global.
La gravedad del problema no es sanitario, sino psicológico y económico. Nuestro sistema de Salud es potente, por más que intenten desprestigiarlo. Este nuevo mal causará los estragos que tenga que causar, pero no será el que acabe con nosotros. El mal de fondo real, es otro… Sin duda, el fin de ciclo que representa esta mole de miedo e incomodidad colectiva va a venir bien para que el planeta respire y se recupere con el parón que está originando. Y nos ayudará a repensar cómo estamos actuando ante todos los males que asolan el mundo y a la humanidad.
Habíamos recibido mensajes en forma de películas catastrofistas, historias mostruosas e inverosímiles con mil y un males arrasando la Tierra, de modo que esta nueva Sodoma y Gomorra que representa el Coronavirus no va a ser nada. Sólo un cambio más, interesado, por supuesto, que no sabemos a dónde nos conduce pero al que debemos saber darle la vuelta para que quienes siempre sacan tajada de todo, no nos sigan aborregando y conduciendo a un redil que aún ni imaginamos.
