La larga y profunda crisis que vivimos es de tipo sistémico, pues está afectando a todos los subsistemas sociales, tanto al económico como al político y al cultural. Y además es una crisis mundial, aunque afecta de manera especial a los países mediterráneos y al conjunto de Europa. En la primera parte de la charla, se señalarán algunos de los aspectos esenciales que caracterizan a esta crisis en esos tres ámbitos.
Pero la finalidad central de la charla es de tipo diagnóstico, y tratará de contestar a las siguientes cuestiones: ¿Qué relaciones hay entre la economía, la política y la cultura de una sociedad? ¿Cuál de esos factores es el más decisivo, el que acaba determinando la marcha de un país hacia el éxito o el fracaso en el bienestar colectivo? ¿Es la economía la que explica todo (causa) o la que revela todo (efecto)? ¿Qué papel juegan el sistema político y la tradición cultural en la riqueza o pobreza de un país?
Como resultado del diagnóstico establecido y aplicado a España, se proponen al final algunos cambios que deberían acometerse para una salida de la crisis que fuese eficaz y justa. Lo peor que nos podría pasar es que no aprendiésemos de ella, o que nos resignásemos al actual mensaje de “no hay alternativa”, o que nos limitásemos a echar la culpa al sistema.
Hay fórmulas y caminos para salir de la crisis, y para hacerlo todos juntos. Pero eso requiere acometer una profunda regeneración cultural y política, algo que debe llegar por el impulso de los movimientos sociales y consolidarse a través de unos renovados partidos progresistas.
