Tudela

Exposición ‘A la mesa’

Inicio: 8 de noviembre de 2019

Fin: 8 de diciembre de 2019

Hora: 10:30-30:30h. y 17:30-20:30h (M-S) 10:30-13:30h. (D. y festivos)

Lugar: Casa del Almirante

Organiza: Tudela Cultura, Fundación María Forcada

Exposición A la mesa en Tudela
photo_camera Exposición A la mesa en Tudela

‘A la mesa’ está enmarcada dentro de ‘Uholdeak’, un programa expositivo itinerante del centro Huarte con obras de artistas navarros que viaja a diferentes espacios culturales de la Comunidad Foral.

En Uholdeak 2019 y bajo el título “A la mesa”, la comisaria María Ozcoidi, reflexiona sobre el territorio, lo familiar y la identidad; invitando al público a explorar estas cuestiones con las propuestas de artistas navarros. “A la mesa” es un intercambio y un encuentro con artistas visuales y escénicos contemporáneos navarros que trabajan con temas y conceptos que se pueden localizar en torno a la mesa: el territorio, los límites, lo colaborativo, la productividad, las relaciones de poder o la gastronomía.

navarros y la ciudadanía. De ahí que la exposición llegue acompañada de actividades abiertas a todos los públicos a través de las cuales se pretende difundir el arte contemporáneo en todo el territorio navarro, potenciando a las/os

artistas locales más allá del espacio de producción y contribuyendo a retornar a toda la ciudadanía los planteamientos propios del arte contemporáneo.

A la exposición de cinco artistas navarros acompañarán acciones en vivo con una sexta artista (Maia Villlot), así como un programa de mediación y educación a cargo del equipo educativo del Centro Huarte, denominado ‘Sobremesas’.

SOBREMESAS. PROGRAMA DE MEDIACIÓN Y EDUCACIÓN Casa del Almirante-Tudela

  • “A la mesa” como recurso educativo – Sesión de trabajo con docentes 13 noviembre, 17:00 – 19:00

  • Un diálogo sobre la exposición. María Ozcoidi 14 noviembre, 18:30

  • Muestra de artes escénicas, Natura Morta. Maia Villot 15 noviembre, 19:00

  • Taller con artista. Leire Urbeltz 16 noviembre, 11:00-14:00

INFORMACIÓN SOBRE LOS ARTISTAS Y SUS OBRAS

AMAIA MOLINET

OBRA: ES POSIBLE QUE LA TIERRA QUIERA SER COMO ANTES DE QUE EXISTIERA

Desde una inquietud por medir el impacto simbólico en las maneras de habitar nuestro planeta surge el presente proyecto que, inicialmente, parte de llevar a cabo dos acciones sobre la superficie terrestre de dos localizaciones remotas, casi opuestas, ambas marcadas de distinto modo por hitos fronterizos: el Sahara e Islandia. El territorio del Sahara Occidental se encuentra marcado y dividido por un muro de más de 2750 km fruto de un conflicto geopolítico no resuelto desde hace más de cuarenta años. Islandia, en cambio, se ubica en una gran falla entre dos de las mayores placas tectónicas del planeta, ejerciendo una frontera natural entre los dos continentes más poderosos de nuestro imaginario occidental: Europa y Norteamérica. Se plantean, entonces, dos estancias en residencia, una en cada uno de estos emplazamientos, desde el deseo de connotar diversas posibilidades de entender la noción de frontera en términos geográficos, políticos y físicos. Para ello, se plantean dos acciones performativas. La primera tiene lugar durante la estancia en los campamentos de refugiados saharauis en las proximidades de Tinduf, Argelia, y consiste en arrastrar su cuerpo cubierto con una melfa nila por las arenas del desierto, marcando con su rastro una línea a modo de hito. La segunda, consiste en marcar esa misma línea con fuego, sobre la gélida superficie de las proximidades del glaciar Eyjafjallajökull en Islandia. Estas intervenciones registradas en vídeo se presentan compuestas de forma similar: filmadas en grandes planos generales, estáticos y a gran distancia. Surge, además, un interés por rescatar el valor natural, geológico y patrimonial de estos lugares, incluso si es a un nivel simbólico, atendiendo a los pequeños elementos que otorgan identidad a ambos; recordándonos asimismo un posible escenario apocalíptico, tan trágico como sublime, desde una profunda preocupación medioambiental. Para ello se ha trabajado en una serie de fotografías obtenidas en ambos emplazamientos, mostrando vastos e inmensos paisajes de desierto y hielo, extremos y opuestos, carentes de signos de vida humana, animal o vegetal. Respecto a las imágenes fotográficas, es de especial interés señalar que, desde la experiencia personal, el encuentro ante los glaciares de Islandia puede calificarse de vertical, mientras que permanecer en el vasto desierto del Sahara resulta más bien horizontal. Este hecho, que se puede intuir observando algunas imágenes –algunas ciertamente más frontales, mientras que otras muestran un punto de vista más picado-, condiciona notablemente su formalización en el proceso de imagen-objeto, llevándole a plantear soportes y dispositivos que resulten fieles a este hecho. Por lo tanto, después de enmarcar las fotografías, se procede a la construcción de estructuras, peanas o soportes de madera y hierro en las que disponerlas en diferentes orientaciones. Y por último, no puede obviar la fragilidad del hielo ante la voluntad de permanencia de la desertización. Por ese motivo concluye la producción de obra trabajando las imágenes de Islandia en soportes frágiles como la seda, y las imágenes del Sáhara en soportes más robustos como la piedra: remitiéndonos así a los orígenes geológicos de nuestro planeta, en los que, no tan caprichosamente, se nos podría estar invitando a cuestionarnos su porvenir.

AMAIA MOLINET

Es titulada Máster en Arte Contemporáneo, Tecnológico y Performativo y Licenciada en Bellas Artes por la UPV/EHU. Desarrolla su práctica artística desde una fotografía expandida, poniendo en valor los rasgos simbólicos del paisaje en la observación del territorio. Ha recibido becas y premios por organismos como Eremuak (2017), INJUVE (2016-2017), Fundación BilbaoArte (2015-2016), Gobierno de Navarra (2016), Gobierno Vasco (2018-2019) y Diputación Foral de Bizkaia (2018-2019) llevando a cabo residencias en Artifariti (Sahara Occidental, 2015), SÍM House (Reykjavík, 2016) Nau Estruch (Sabadell, 2017) Centrul de Interes (Cluj-Napoca, 2018-2019) y Zébra3 (Burdeos, 2018). Ha realizado exposiciones individuales como «Mugak» Fundación BilbaoArte (2016) y «Future Fossils» en el Museo Arqueológico de Bilbao (2018) y el Centro Cultural San Martín (Buenos Aires, 2018). Su trabajo ha formado parte de exposiciones colectivas en contextos como el Centro Huarte de Arte Contemporáneo (Pamplona), Sala Rekalde (Bilbao), Centro Cultural Montehermoso (Vitoria-Gasteiz), Museo San Telmo (Donostia), Fabra i Coats Centre d’Art Contemporani (Barcelona), Galería Rafael Pérez Hernando (Madrid), entre otras.

FERMÍN DÍEZ DE ULZURRUN

OBRA: EL TEOREMA DE MASLOW 1.3 #BOKATAS

El Teorema de Maslow es un proyecto colaborativo y abierto, que tiene como contexto el arte crítico y que se estructura alrededor de los estadios de la “pirámide de Maslow”. La obra consiste de una serie de bocadillos típicos de almuerzo de operario de fábrica, fabricados con métodos de producción en masa, montados atendiendo a criterios de organización, plazos, calidad, tiempos, eficiencia y seguridad. El trabajo de montaje de los bocadillos es monitorizado con los parámetros habituales de la producción en cadena, en valores de 0 a 133% de eficiencia atendiendo a criterios de métodos y tiempos, siguiendo un modelo de organización y con unos estándares de calidad e higiene preestablecidos. La pieza habla de la división del trabajo en operaciones menores que hacen que el trabajador se aleje del producto de su trabajo y le genere eso llamado “alienación”, que no por ser tan citado deja de ser un enorme generador de sufrimiento. Habla de la obsesión del positivismo científico por medir nuestras vidas, por cuantificar todas las actividades humanas en una especie de fe ciega en que todo se puede explicar y medir mediante la ciencia, que tanto la conecta paradójicamente con la magia y la mitología. Habla del trabajo de los artistas que, aunque externamente parezca más elevado que el del operario de fábrica, nos pregunta si no está más alienado tanto en términos de precariedad como en términos de “colaboracionismo” en la aceleración del capitalismo (que es ya cultural, que fabrica relatos más que productos). Habla de la posibilidad o imposibilidad de hablar hoy día del trabajo en equipo, de la democratización y horizontalización de los centros de trabajo. Habla de la competitividad entre artistas, de ese desperdicio de recursos en el que se invierten miles de horas y que al final “sólo puede quedar uno”, sólo uno es el premiado, el que alcanza el éxito del museo o la galería...

OBRA: CAMBIO DE TURNO

En el contexto de una organización del trabajo basada en la propiedad de los medios de producción y en con el objetivo de la búsqueda de maximizar el rendimiento de estos surge en el siglo XIX el trabajo a turnos – shift work – 24/7 – a relevos- etc. La pieza plantea la paradoja de la división del trabajo en un momento de la historia en el que el número de personas que atienden a ritmos de trabajo productivos ha disminuido notablemente y cuestiona un cambio de paradigma en cuanto a los modelos de producción, con la irrupción del P2P, el código abierto y muchas otras metodologías y tecnologías como la robótica o la Inteligencia Artificial que paulatinamente generan un excedente de mano de obra no cualificada a la vez que ponen de manifiesto, desde la redefinición de las relaciones laborales, hasta la propiedad pública de los medios productivos.

FERMÍN DÍEZ DE ULZURRUN

Artista, comisario y diseñador industrial, postgrado en dirección de plantas industriales por la UPC. Fundador y director general de Maslow Industries, entidad dedicada a la producción y gestión de proyectos curatoriales, creativos y de administración de derechos intelectuales. Ha sido becado por el Gobierno de Navarra en 2016 para el proyecto de producción “Histéresis” y en 2017 para la publicación del libro de trayectoria “100 Después de Duchamp”, además fue becado por el Centro Español de Estampa Contemporánea (CIEC), realizando diversas exposiciones entre las que cabe destacar: 33430467J / Nachträgliche Überprüfung, Retrospectiva en Apartments am Brandenburger Tor, Berlín, Alemania. “Exposición”, con Arturo / Fito Rodríguez en Habitación 5, Centro Huarte de Arte Contemporáneo, 2017. “Treball / trabajo / arbeit / work”, en la Galería Sicart, Barcelona, 2015. “Arbeit macht frei” en el CACH, 2013 “Kill yr. Idols”, 2009 y “33430467-J” en la Ciudadela de Pamplona, 2003 o “Ecografías” en Tentaciones de Estampa, Madrid, 2002. Comisario entre otros proyectos de: “EL TEOREMA DE MASLOW No4.0 #Aquello que todavía (puede / merece la pena) ser salvado, EXITUS”, junto con Peio Izcue en Addaya Centre d ́Art Contemporani, Palma de Mallorca 2016. “EL TEOREMA DE MASLOW No3.0 #DIE SACHE SELBST / La cosa real / Benetakoa” junto a Ana G. Alarcón, MawatreS y Hélène Duboc en la sala de armas de la Ciudadela, Pamplona 2016. “EL TEOREMA DE MASLOW No2.0 #La necesidad satisfecha no genera comportamiento alguno” con Peio Izcue en la Galería Sicart, Barcelona 2016. “La fábrica / Lanteguia / The Factory”, ocupación de la fábrica Industrias Aranguren, 2015. “EL TEOREMA DE MASLOW No1.0 #La realidad propositiva”, comisariada por Maslow Industries para el Festival EMBARRAT, Lleida. 2015.

FERMÍN JIMÉNEZ LANDA

OBRA: PRONTO ES BUENO PERO MÁS PRONTO ES MEJOR

Pronto es bueno pero más pronto es mejor supone una acción que trabaja con la idea de tiempo cualitativo aplicada a las estaciones, al paisaje, a momentos específicos de determinadas zonas y de determinadas épocas del año... el artista recoge con sus amigos bolas de nieve en invierno en su tierra originaria, Pamplona, para guardarlas en el congelador de la casa familiar y organiza una guerra con las bolas en una piscina de verano. Dos acciones que ponen de relieve la idea del tiempo cualitativo donde una acción pivota sobre la otra. La recogida de bolas está impregnada de cierta nostalgia: cerca de la ciudad natal del artista, donde hace años que ya no reside, con la ayuda de sus amigos del instituto y reviviendo momentos propios de un invierno de niño en el norte. La recuperación de las bolas congeladas tiene lugar en una reunión del artista de nuevo con amigos en una casa de campo con jardín y piscina el verano siguiente. El momento de reencuentro de los colegas es idóneo para la guerra de bolas de nieve. Este cambio temporal, que no tan espacial, es el objeto de Fermín para intercambiar los contextos de manera un tanto gamberra proponiendo una segunda lectura a la mera guerra de nieve, una reflexión a cerca de un juego de niños que disfrutada por adultos se convierten en algo más travieso si cabe. Cobra importancia la autobiografía y esa idea de nostalgia si prestamos atención al entorno más cercano del artista (el congelador de la madre, los amigos del instituto o los inviernos del norte). Pronto es bueno pero más pronto es mejor pone en acción el frío, la nieve, el juego, la amistad, la nostalgia, la celebración, lo cotidiano... Se hace latente la deslocalización a la cual Fermín recurre a menudo: reforzar las ideas al permanecer como observador y después buscar puntos de fricción y marcar líneas de trabajo y consiguiente creación, intentando asimilar y deconstruir la realidad así como sus vivencias y experiencias cotidianas. (Texto de Juan Canela y Ane Aguirre)

OBRA: ECUESTRE

Hay varias parejas de mesas montadas una sobre la otra con canicas en el medio, quedando en un equilibrio precario. El título de Ecuestre podría ser por las cuatro patas de la mesa, ese mueble realizado a la medida del hombre, donde uno reposa objetos y codos. Ecuestre es un guiño, un recuerdo a la táctica de defensa en las manifestaciones contra las cargas policiales a caballo. Toda la fuerza del estado era contestada con pequeños juguetes infantiles. El equilibrio político se rompía debido a un objeto en principio inocente.

FERMÍN JIMÉNEZ LANDA

Fermín Jiménez Landa parte de lenguajes diversos– dibujo, fotografía, instalación o vídeo – para indagar en planteamientos cotidianos que extrae de las rutinas diarias del espacio público y social, básicamente la calle e Internet. Un ilusionismo eufórico carente de todo poder que, desde el uso productivo del absurdo, la precariedad entusiasta (que no ingenua) y la superación de lo normativo, plantea una obra definida por un conceptualismo descreído y bromista que centra su atención en la capacidad de incidencia micropolítica del arte. O, por decirlo de otro modo, su obra fuerza conscientemente lo ridículo bajo la misión paródica y antiheroica de generar fisuras temporales en nuestros ritmos de vida y alterar así aquello que creíamos seguro. (David Armengol). Ha expuesto en la bienal Manifesta 11, en los museos MAZ de Zapopan, Artium, Musac y CA2M, en el Centro Botín, La casa Encendida y en galerías como Travesía Cuatro, Nogueras Blanchard y Bacelos. Ha trabajado con Consonni, 1646 de La Haya y HIAP de Helsinki. Estudió en la facultad de Bellas Artes de Valencia y asistió a talleres con Robert Morris, Rogelio López Cuenca, Francesc Torres, Jon Mikel Euba y Douglas Ashford así como a clases en la ASFA de Atenas.

GRETA ALFARO

OBRA: CELEBRACIÓN

La fotografía familiar en este proyecto sirve como ejemplo del rol que las imágenes juegan en la construcción y el mantenimiento de las normas sociales. Como elemento a caballo entre lo público y lo privado el álbum se convierte en ventana donde mostrar la intimidad propia y donde indagar en la oscuridad que trata de ocultarse.

OBRA: IN ICTU OCULI

Los buitres vendrán y se comerán nuestra comida y destrozarán nuestro escenario: el bodegón, el banquete, el espacio del disfrute y la civilización. Los buitres, las bestias ligadas a la suciedad y la muerte, a la violencia y el miedo, llegan por sorpresa y, como en una fábula, representan para nosotros algunas de nuestras propias cualidades. Como en una vanitas barroca, in ictu oculi, en un abrir y cerrar de ojos, ya no estamos más allí. Nuestras construcciones no existen más. Nuestros placeres, nuestras posesiones, nuestro conocimiento; todos sucumben al tiempo y a la muerte, al destino. Y también, a las fuerzas imparables de la destrucción humana.

GRETA ALFARO

Entre sus exposiciones individuales destacan In Ictu Oculi (2015) en Flint Institute of Arts, Michigan; El cataclismo nos alcanzará impávidos (2015) y European Dark Room (2014) en Galería Rosa Santos, Valencia; Still Life with Books (2014) en Artium, Vitoria; In Praise of the Beast (2013), en Hiroshima City Museum of Contemporary Art, Japón; e Invención (2012) en Ex Teresa, México DF; así como los proyectos “site specific” I Will Not Hesitate to React Spiritually (2019), con Roaming Room, y A Very Crafty and Tricky Contrivance (2012), con Genesis Foundation, ambos en Londres; o Comedias a honor y gloria (2016) en La Gallera de Valencia. También ha participado en numerosas exposiciones colectivas y festivales, celebrados en instituciones como Whitechapel Gallery, Institute of Contemporary Arts y Saatchi Gallery de Londres; Centro Cultural Banco do Brasil en Brasília; The Bass Museum of Art de Miami; la Conciergerie de París; Künstlerhaus Bethanien de Berlín; La Casa Encendida en Madrid o el Festival Internacional de Cine de Róterdam.

LEIRE URBELTZ

OBRA: MEMORIA RITUAL

Recuerdo comer cabezas de cordero con la curiosidad de quien disecciona un animal en la mesa de un laboratorio. De niña, provista de cuchillo, tenedor, uñas y dientes, separaba unas partes más identificables y otras que aún hoy parecen innombrables: cerebelo, duramadre, tubérculos cuadrigéminos, epífisis, tálamo, nervio óptico, seno frontal, pituitaria roja, pituitaria amarilla, tabique nasal, epiglotis, cuerpo calloso, lengua, foramen magnum, bulbo raquídeo, protuberancia, hipófisis, paladar... Han pasado años desde entonces. Y siendo a veces más débil y otras veces más firme, he eliminado los animales de la lista de alimentos con los que nutrirme. Los motivos responden a una idiosincrasia personal más que a tomar postura en el debate de la cuestión de los derechos de otros seres vivos. Quizás sea una forma de abrazar las contradicciones de la niña que todavía habita en mí y que anhela esa relación naif de Heidi con su Copito de Nieve. En realidad sea cual fuere el motivo de lo que a priori parece una elección personal, dejar de comer animales, se convierte en un detonante que activa que las personas de alrededor empiecen a cuestionar tu manera alternativa de alimentarte. Con mi abuela en vida, mi hermana y yo comimos animales siempre y cuando no fuese vigilia. Nunca en miércoles de ceniza o en viernes santo por ejemplo, ya que entonces había que honrar la penitencia de Jesús que pasó 40 días de ayuno en el desierto. Educada en esta cosmovisión que fue asumida desde la inocencia y la incapacidad de cuestionarme las cosas, comía cabezas de cordero en Yesa, a los pies de la Sierra de Leire. Era en el Monasterio de Leire cuando cada 15 de agosto, mi abuela reunía a decenas de familiares en torno a la mesa en la Fuente de las Vírgenes. Cerca de allí, en la Porta Speciosa, numerosas criaturas talladas en piedra representaban máscaras y figuras humanas, monstruos y animales, milagros, martirios y también representaciones de algunos vicios y virtudes en lo que hoy me resulta una críptica y misteriosa armonía que conecta con la confusión que habita en mí. Me pregunto, si crecer consiste en buscar una voz propia entre todas esas voces. Cuando mi abuela murió en 2009, murió con ella mi referente en la vida. La relación con mi abuela se construyó principalmente a través de la acción cotidiana de sentarnos a la mesa. Pienso que con ella en vida hubiera sido imposible renunciar al cordero ya que hubiera sido como renunciar a su mundo, a sus saberes de una vida pasada en el campo. Según el historiador Michel Pastoureau, el cordero es el animal que más a transformado el hombre desde su domesticación. Para mí la historia del animal doméstico más antiguo del mundo y de nuestro asentamiento en las ciudades conlleva un trauma. Este trauma, entendido como la fuerte nostalgia de una vida natural en el campo, nos ha llevado hasta la fabricación un clon. El hito de la oveja Dolly supone un paso más allá de “doce mil años de historia de vínculos entre el hombre y el cordero; una historia no sólo económica y biológica, sino también y sobre todo social y simbólica”. ¿Es hoy el cordero de Dios, “que quita el pecado del mundo”, material para la clonación y la producción transgénica de animales al servicio de la investigación científica? Tras la muerte de mi abuela hace diez años, cayó el velo que sostenía una espiritualidad basada en una conducta guiada por el miedo de ir al infierno. En el camino a la madurez ya no supe si como en el cuento de los Hermanos Grimm sigo estando del lado de las siete cabritillas o si me he convertido en un lobo que cubre sus patas con harina para engañar a las inocentes crías y comérselas. Lo cierto es que desde que mi abuela no está, me he estado buscando en lugares remotos como China, México, Estados Unidos, Rumania o Corea del Sur. Quizás a través de la experimentación con la comida y la renuncia de la carne, esté buscando llenar el vacío y la falta de fé que me provocó su ausencia. Cuando llegué a la isla de Jeju en Corea del Sur en junio de 2018, la primera imagen que se instaló en mi imaginario fue la de las Haenyeo. Las abuelas buceadoras, capturaban abulones y otros moluscos de una manera artesanal, es decir buceando a pulmón y sin bombona. La fortaleza y capacidad de esfuerzo de estas mujeres me impidió rechazar los abulones vivos retorciéndose en la sopa que una anciana trajo a mi mesa en el único restaurante abierto de un pequeño pueblo de la isla. Rechazarlos hubiera sido perder la oportunidad de honrar los saberes ancestrales de estas mujeres que orando al Rey Dragón y con la ayuda de su chamana, plantan semillas mágicas para garantizar la abundancia y la seguridad de su comunidad. Al verme paralizada por el asombro, amablemente la señora dio la vuelta a los animales para que se muriesen escaldados en mi sopa. Comer un abulón después de 3 años sin haber comido un animal, fue una experiencia intensa a nivel físico, ya que volví a utilizar los molares para masticar con fuerza y porque me llenó de energía al momento. Esta experiencia la recuerdo como mística. Como un trance, un estado alterado de conciencia, un momento intenso basado en parámetros abstractos de energía, color, sabor, olor, emociones y la conexión con el recuerdo vivo de... ¿mi abuela?

LEIRE URBELTZ

Es licenciada en Bellas Artes y máster en Investigación y Creación en Arte por la Universidad del País Vasco, ha estudiado Ilustración Creativa y Técnicas de la Comunicación Visual en la Escuela Eina de Barcelona y máster en Álbum Infantil Ilustrado en la escuela I con I en La Casa del Lector-Matadero (Madrid). Ha realizado residencias internacionales en la Sema Nanji de Seúl (Corea del Sur), en el Centro Cultural El Paso del Norte en Ciudad Juárez (México) y en el Manga Art Studio de Pekín (China). Artista residente en la Fundación Bilbaoarte en 2012, 1er premio Encuentros Arte Joven de Navarra en 2015, subvencionada con las Ayudas a la Creación del Gobierno de Navarra en 2016 y Beca Leonardo de la Fundación BBVA en 2017. Ha efectuado varias exposiciones individuales en Pamplona, Bilbao o Vitoria. Y ha participado en exposiciones colectivas en Seúl, Barcelona, Madrid, Bilbao, Vitoria, Pamplona, Cáceres, Bradford y Pekín. Como ilustradora ha publicado varios libros de literatura infantil y juvenil. Compagina su actividad de ilustradora y artista plástica con la de mediadora en el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte o en la Universidad Pública de Navarra.

MAIA VILLOT

OBRA: NATURA MORTA

Flores caídas o frutas podridas.
Piel con piel y pluma con pluma.
Naturaleza muerta, muerta o todavía viva, viva o aún con vida. Viva por un momento, por un instante viva, un instante de vida. Vida momentánea, vida instantánea, vida inmóvil, con vida todavía. Naturaleza tranquila, sin prisa.

MAIA VILLOT DE DIEGO

Licenciada en Bellas Artes en 2006 en la especialidad de escultura. Ha continuado formándose a través de talleres y seminarios con distintos artistas como: Itziar Okariz, Inazio Escudero, June Crespo, Elena Aiztkoa, Idoia Zabaleta, La Ribot, Aimar Pérez Galí, Nilo Gallego, David Bestue, Jaime Conde-Salazar, João Fiadeiro, Claudia Dias, Gary Stevens, Vera Mantero... Ha presentado su trabajo en museos, galerías, teatros, festivales y centros de arte como Tabakalera, Museo de Navarra, Centro Huarte, Sala Rekalde, Teatro Pradillo, Zarata Fest, Festival Inmediaciones y La Estrategia Doméstica entre otros. De sus últimos trabajos cabe destacar W-B B-W (“Emen Hetan Witchy Bitchy Ding Dong It’s Sabbat Time”, Centro Huarte, 2018. Exposición comisariada por Julie Laymond / La Encartada Moda, Museo de la Encartada, 2019), BIDIMENSIONAL
(“Yo, La Peor de todas”, Museo de Navarra, 2017. Exposición comisariada por Maite Garbayo), Lectura (“True in my body”, Tabakalera, 2016. Dentro de la exposición Anarchivo SIDA, comisariada por el colectivo Equipo re, compuesto por Aimar Arriola, Nancy Garín y Linda Valdés) y Échale la culpa I, II y III (Festival BAD, 2014).
Organiza junto con Isaak Erdoiza La Cosa en Casa, un encuentro en el cual se invita a artistas de distintas disciplinas a mostrar su trabajo en contextos domésticos. (Bilbao)