La Unión Europea debe estimular la innovación y la creatividad así como evitar la
exclusión social y marginal de los jóvenes. Con estas palabras el consejero de Sanidad,
Bienestar Social y Familia ha defendido la postura de España en materia de juventud en
la sede de la Unión Europea. Para conseguir esto, ha destacado, debe proponerse el
desarrollo de programas de investigación, desarrollo e innovación, de carácter social
vinculados a la juventud.
Por otro lado, ha afirmado, es de capital importancia impregnar el concepto de inclusión
en todos los programas para jóvenes. Las convocatorias deben ser iguales para todos.
Deben promoverse las ayudas económicas en función de la renta. Igualmente es
necesario promover el acceso universal para todas las personas con discapacidad a
estas ayudas económicas. Además es imprescindible un amplio conocimiento por parte
de la sociedad de los factores generadores de exclusión: económica, cultural/social o
por discapacidad física, psíquica o sensorial.
Oliván ha defendido el emprendimiento de los jóvenes en riesgos de exclusión como herramienta irrenunciable para que puedan tener acceso a su
autonomía personal y económica. Para ello es necesario considerar las especiales dificultades de estos colectivos y trabajar por parte de las
administraciones públicas en el reconocimiento y mitigación de las mismas.
En su turno de palabra, el consejero ha incidido en la prioridad de identificar las habilidades y competencias personales, claves que el mercado de trabajo
demanda, con el objeto de fomentar el desarrollo de las mismas para mejorar la seguridad de los jóvenes al enfrentarse al mercado laboral, así como
asegurar la plena integración de éstos en el entorno laboral. El desarrollo de habilidades -ha finalizado- es, en esencia, facilitar el acceso a las herramientas
para que los jóvenes sean lo más autónomos posible y puedan afrontar su futuro sin temor ni restricciones. De este modo se incrementa su capacidad, al
mismo tiempo que se contribuye a la prevención de futuros problemas.