Tudela

Eneko Larrarte (Izquierda-Ezkerra), nuevo alcalde de Tudela con 13 de los 21 votos de la corporación

enekoweb.jpg

Eneko Larrarte (Izquierda-Ezkerra) ya es nuevo alcalde de Tudela. El nuevo primer edil ha sido investido en el pleno de constitución del nuevo Ayuntamiento de la capital ribera, con los votos de su grupo (6), los de quienes serán sus socios de gobierno (3 del PSN y 3 de Tudela Puede) y el de la CUP, sumando 13 de los 21 apoyos posibles y obteniendo la mayoría absoluta.

La votación, así pues, no ha deparado sorpresas. La CUP, en palabras de su portavoz Gustavo Gil, ha apoyado al candidato de I-E "por coherencia con su programa progresista y de izquierdas" y porque su objetivo era también "un cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Tudela". El resto de votos han sido para los otros dos candidatos a alcalde, Carlos Moreno (UPN), que ha obtenido los 6 de su formación, e Irene Royo (PPN), con el suyo propio y el de su compañero Jose Suárez.

La ceremonia ha transcurrido con normalidad y envuelta en una enorme expectación, con más de 150 personas abarrotando en el Salón de Plenos, incluso sentadas en el suelo, y cerca de medio centenar más junto a la puerta de entrada y en la sala contigua. Como anécdotas, cabe destacar la intervención de Gustavo Gil como único concejal que ha prometido su cargo en español y euskera, aludiendo a su voluntad de hacerlo en "los dos idiomas oficiales de Navarra", o la promesa del propio Gil, Rubén Domínguez y Daniel López (Tudela Puede) otorgando su lealtad al Rey "por imperativo legal". Los ediles de Izquierda-Ezkerra han prometido su cargo otorgando es lealtad "según marca la normativa vigente" y destacando sus "valores republicanos", mientras que todos los concejales tanto del PPN como de UPN han "jurado" su cargo.

Éste es el discurso íntegro de Eneko Larrarte en su primera intervención como alcalde de Tudela:

“Mucha gente pequeña en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo” 

Hoy aquí hay muchísima gente pequeña, gente pequeña de esa que cambia el mundo. Veo personas que han trabajado por su pueblo y por los demás toda una vida y recuerdo a otros tantos que por desgracia nos dejaron antes de tiempo. Todo mi agradecimiento, admiración, respeto y cariño. Sin vosotras y vosotros hoy esto no sería así. GRACIAS!

Tudela es un lugar maravilloso y todos los lugares especiales pasan por momentos difíciles. A lo largo de nuestra historia, no muy lejos de aquí, hemos visto como se han sucedido acontecimientos que han marcado nuestro devenir, el de esta ciudad y el del conjunto de Navarra, incluso cuando aún no existía como tal. De esa historia heredamos un par de rasgos que me gustaría recuperar: somos resistentes y hemos sido ejemplo de convivencia entre diferentes durante siglos.

Decía puchero, quien nos marcó a muchos para siempre, que en la vida hay que ser juncos y juncos vamos a ser. Juncos de esos que ante la adversidad se doblan pero no doblegan y lo hacen porque están anclados a su tierra con profundos valores, en nuestro caso de humildad, honestidad y justicia social. Vamos a ser flexibles, vamos a doblarnos y lo vamos a hacer rozándonos, estando juntos unos de otras, mientras se oye una sutil sinfonía al paso del cierzo entre nosotros los juncos.

Porque los juncos resisten y se doblan pero lo hacen siempre en grupo, colectivamente. Superan los envites en los tiempos convulsos, protegiéndose los unos de los otros y haciéndolo, sobre todo, con los más débiles.

Somos plenamente conscientes de la ilusión generada en muchas personas, y eso es lo más maravilloso de este momento, pero sabéis, esa ilusión ha de convertirse en energía, ideas y trabajo y para ello hemos de darle cauce en la construcción de un proyecto colectivo sostenible económicamente sí, pero no menos que sostenible social y ambientalmente. “Ahora más que nunca tenemos que hacer cosas juntas y juntos, como una única familia, como un único pueblo”.

En mi responsabilidad y la de esta corporación está el asumir el honor del cargo para servir a todas las personas de Tudela, a las que viven aquí y a las que han tenido que irse fuera, a las que están empadronadas y a las que no porque no tienen los recursos para estarlo. Servir a todas sin exclusión, independientemente de religión, adscripción política o condición social, ésa es nuestra responsabilidad.

En el horizonte, lograr que ese brillo que vemos hoy en los ojos de muchas personas, torne en un orgullo sano, consciente y crítico por su ciudad y por su ayuntamiento. Un orgullo basado en sabernos parte de un colectivo que lucha por estar donde se merece, que es compasivo y amable con los más débiles y que se desarrolla y recupera su lustre sin dejar a nadie de lado.

Como decíamos hace apenas unas semanas, deberíamos ser la segunda ciudad de Navarra, pero de facto no lo estamos siendo. Es mi labor como Alcalde y la del nuevo equipo de gobierno desde su pluralidad entre iguales y con el apoyo imprescindible y seguro que certero de todas las trabajadoras y trabajadores de la casa, hacer lo posible y lo imposible por volver a ser esa segunda ciudad de Navarra pero serlo de verdad. Sin embargo, ésta es también es también la labor de toda la corporación y la del conjunto de la ciudadanía y sin ellos no será no lo lograremos.

En breve se constituirá un nuevo gobierno de Navarra al que deseamos todo el éxito del mundo, en tanto en cuanto sus éxitos serán los de todas y todos. Pero igualmente ya desde hoy, emplazamos a sus futuros representantes a que se impliquen en la reducción de la brecha de desigualdad social y territorial existente en Navarra y que nos deja una Tudela y una Ribera en una situación muy lejana a la que vive el conjunto de la Comunidad.

Nuestra será la labor de ayudarles a entender que el futuro de esta tierra sólo se puede construir desde la equidad y la convivencia. Somos plurales, somos mestizos y, desde el enorme valor que esto supone, debemos forjar un proyecto conjunto esperanzador para todas y todos.

Basta ya de frentismos absurdos que hipotecan el futuro y fracturan a esta sociedad. Basta de miedos infundados que paralizan la necesaria construcción colectiva. Basta de odiosas violencias físicas y verbales de tiempos pasados. Necesitamos generar convivencia desde el respeto, la memoria y la compasión bien entendida.

Amigas, amigos…

Como decía Serrat “hoy puede ser un gran día, hay que aprovecharlo, que pase de largo depende en parte de ti. Pelea por lo que quieres y no desesperes si algo no anda bien. Hoy puede ser un gran día… duro con él.”

Gracias por todo vuestro cariño, esfuerzo y confianza. Nuestro futuro depende de lo que hagamos hoy… y mañana y pasado.

Y pediros disculpas pero me tomo la licencia de Pediros un favor. Mantened siempre la ilusión y la fé en todos vuestros proyectos no los abandonéis ni en los peores momentos, no os dejéis llevar por el cinismo y la desesperanza.

“Hoy es siempre todavía” y todavía ya está aquí.