Tudela

Eneko Larrarte, alcalde de Tudela: “Quiero seguir bailando el gigante durante estas fiestas, porque es algo que me encanta y me da mucha vidilla”

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Después de cuatro años en la oposición, Eneko Larrarte todavía sigue adptándose a su nueva ‘oficina’ particular. El despacho de alcaldía es ahora su lugar de trabajo, desde donde poco a poco va fabricando las mimbres de lo que será el sello de su equipo de gobierno a tres bandas (I-E, PSN y Tudela Puede). Habitual de la comparsa de Gigantes, durante las próximas fiestas tendrá que cumplir algunas obligaciones protocolarias, aunque tiene muy claro que habrá ratos para el disfrute.

¿Qué tal están siendo sus primeras semanas en el cargo?

Estamos contentos porque el tono de los trabajadores de la casa es muy bueno y valoran que estemos dando respuesta a los temas que van saliendo. Pero están siendo días muy intensos.

¿Qué es lo que más le está costando en sus primeros días en el cargo?

Hay un conflicto entre sacar los papeles adelante y querer enterarte de lo que hay detrás de los papeles. Supongo que habrá trabajadores de la casa que digan: “¿Y este por qué no firma?”. Pues no firmo porque quiero estar con ellos antes de firmarlo. Siempre tienes la duda de no ser demasiado tapón pero también quieres enterarte y hablar con el técnico, aunque por otro lado te parezca que el expediente de turno pueda quedarse parado… pero estoy seguro de que esa tensión se irá yendo poco a poco.

¿Van a cambiar mucho sus fiestas este año?

Hay algunos actos de representación, pero tampoco son muchos. Antes acababa el chupinazo y me iba con los gigantes y ahora me iré al Brindis a estar con los Tudelanos Ausentes. Habrá que estar un poco al loro y tener capacidad de darles respuesta, pero nadie me va a quitar el disfrutar de las fiestas, el bailar los gigantes, el ir a donde solía estar… voy a intentar que no cambie mucho.

Así que le veremos bailando al gigante.

Sí, sí. No va a poder ser en todos los actos que podía antes, pero por lo demás mi idea es seguir manteniendo eso porque me da mucha vidilla y te permite tener contacto con la gente, que es en lo que en parte consiste nuestra labor.

Desde antes de las elecciones, su mensaje ha sido el de “abrir las ventanas y las puertas del Ayuntamiento”. ¿Qué espera encontrar o aportar en ese sentido?

Tengo que decir que no creo que este fuese un Ayuntamiento oscurantista. Para nada. En nuestro trabajo de oposición hemos tenido acceso a todos los expedientes, a los trabajadores de la casa, etc. El anterior equipo de gobierno ha sido muy transparente. Otro tema es el de la participación. Ahí se puede profundizar muchísimo y buscar herramientas para que la gestión del Ayuntamiento sea más participada por la sociedad civil.

¿Qué herramientas?

Por ejemplo, uno de los hitos que nos marcamos es crear una ordenanza que no deje sólo al concejal de turno y a su voluntad el poder crear una comisión mixta, sino que esté regulado y sea así normativamente. Y eso es aplicable a muchos temas del día a día. Nominativamente había muchos órganos de participación pero en la realidad no eran ejecutivos y algunos se abandonaron. Y la participación está en el trabajo del día a día.

¿Y cuándo veremos esos mecanismos?

Se podrán ver guiños a corto plazo pero los pasos más potentes se darán a partir de la redacción de esa ordenanza, más adelante. Vamos a plantear que haya muchas partes del presupuesto y de la delimitación de objetivos que sean coparticipados por la sociedad civil. No sólo que sean mesas de debate, sino que haya un presupuesto vinculado y unas decisiones que tengan reflejo en el Ayuntamiento.

Este nuevo equipo de gobierno ha incidido en su voluntad de redoblar esfuerzos en materia social ¿Cómo van a compaginar ese vuelco con la situación económica que vive el consistorio?

Primero, debemos gestionar mejor lo que tenemos. Hay contratas caducadas y prorrogadas, y todas han superado el periodo ordinario de los contratos. Estamos hablando de los contratos iniciados en el 2007, cuando hoy en día los precios se ha ajustado muchísimo. Una buena gestión habría consistido en ajustar precios a un contexto menos expansivo que el de entonces. Ahí se puede mejorar mucho.

¿Con eso se recuperan recursos para otros servicios?

Se recuperan y nuestra prioridad está en lo social, pero es cierto que tiene un recorrido muy limitado. Ayudar a las personas que están en riesgo de exclusión social y quienes necesitan reinsertarse en el mercado laboral no es algo que podamos hacer solos. Necesitamos al Gobierno de Navarra, un plan de choque, una reflexión sobre la Ribera. No se puede mantener la brecha territorial y social que existe con respecto a la media. Hace falta arrimar el hombro. Sólo así tendremos un futuro de convivencia normalizada.

Cuando UPN gobernaba en Tudela y el Parlamento se regía por el mismo color político, en muchas ocasiones no se ha dado esa reciprocidad. ¿La espera ahora con más confianza en vista del cambio de signo a nivel de Navarra?

No es una cuestión de confianza, sino de trabajar mutuamente, de insistir de manera cordial o pegando un puñetazo encima de la mesa cuando veamos que no se nos hace caso. Y eso lo haremos desde Tudela esté quien esté. Con respecto al anterior Gobierno de Navarra, creo que no se ha tratado bien a la Ribera, y muchas veces ha respondido a intereses de diverso tipo. Yo tengo claro que, muchas veces, a lo mejor habrá que tirar piedras contra mi propio tejado, pero un alcalde defiende los intereses de sus vecinos por encima de los demás.

Cambiemos de tercio. Fiestas. Y toros. Su grupo dejó claro desde la campaña electoral que no subvencionaría las corridas y el mundo taurino ya ha reaccionado en bloque. ¿Lo esperaba de forma tan inmediata?

Lo esperaba, pero hay cosas que me entristecen un poco. Una, que esa sea la preocupación fundamental. Quiero creer que no lo es, pero es lo que más líneas está ocupando. Y la otra es que, habiendo existido una crítica honesta por nuestra parte desde la oposición, la crítica que se está haciendo hacia nosotros contenga medias verdades o mentiras. Tenemos nuestra propuesta y no la hemos escondido. Y en ningún momnto se ha hablado de prohibir.

¿Y cómo se le explica eso a un aficionado taurino?

Dejando claro que no podemos mantener las subvenciones a festejos taurinos sin tener en cuenta el contexto económico-social y sin tener en cuenta la demanda. Y además sin hacer una reflexión sobre qué festejos son más interesantes y cuáles son más prioritarios o más valorados. Con todas esas piezas, asumiendo que dentro de nuestro equipo y en la sociedad hay una sensibilidad cada vez mayor contra el maltrato animal y también que hay una parte de la población aficionada a los toros, tenemos claro que no vamos a subvencionar las corridas.

¿Va a estar Eneko Larrarte en el acto religioso de la procesión de Santa Ana? ¿En el desfile civil? ¿En lo dos? ¿O en ninguno?

Ni Eneko Larrarte ni sus compañeros de equipo de gobierno han decidido todavía qué van a hacer (sonríe). Pero sí hemos invitado a la reflexión. Por un lado, es bueno separar la representación institucional y civil de lo que es un acto puramente religioso. Es necesario hacerlo por pedagogía. Es sano e incluso demandado por colectivos creyentes y cristianos de base. Intentaremos ser capaces de mostrar el cariño y el respeto que le tenemos a la procesión como acto de arraigo cultural y social pero mandando ese mensaje.

Siempre ha defendido la necesidad de hacer un programa festivo más participado. ¿Considera positivo el paso de la Comisión de Peñas?

En 2014 escribí un artículo en el que lo demandaba, porque las fiestas se nos caían. La Comisión de Peñas va a aportar mucho, aunque hay personas y colectivos que, además de las peñas, podrían aportar grandes cosas en una comisión mixta más amplia, más abierta, con los gigantes, con los auroros, con personas con problemas de movilidad funcional... Quienes pueden revolucionar las fiestas son sus actores: todos.