La infancia precisa de cuidados para conservarse tal y como es. Por ello los móviles o determinados videojuegos deberían utilizarse solo a una edad adecuada. Pero hay varios programas que, en su formato, mezclan lo particular de los adultos con la infancia. Son casi idénticos en varios países de nuestro entorno occidental. Algunos ejemplos: ‘La voz Kids’, ‘Got talent’ (adultos en el concurso, junto a un niño de tres años), ‘Masterchef junior’, ‘Idol kids’, o el muy reciente concurso de ‘Eurovisión junior’. Según publican, a los castings de algunos de estos programas se presentan miles de niños para poder actuar. Muchas veces los padres les graban además en videos y los cuelgan en la red. Algunos de esos jueces son entrenadores (“coach”), y así eligen a su grupo de niños. Las cuotas de pantalla suelen ser, en general, de las más altas en sus cadenas. Y por ello, son muy importantes los anunciantes en estas televisiones, pues multiplican sus beneficios en función de dichas audiencias y anuncios.
Pero un niño es un ser en crecimiento que requiere cuidados adecuados de sus padres, de los medios y , entre muchas otras asociaciones, también de las pediátricas y sociales, que deberían de protegerlos de estos peligros. Pues, una sociedad que no protege su infancia, que los incluye en programas diseñados para adultos, y que los expone, en horarios de adultos, a la total observación pública en unos medios televisivos, no cuida su futuro.
