Opinión

El árbol de Nabarra

En la actualidad, completándose la primera década siglo XXI, los gobernantes españoles de las instituciones impuestas en la Navarra reducida, continúan persiguiendo, de una manera sistemática, cualquier atisbo o conjetura, de la identidad propia y ancestral de los navarros, que no es otra más que la del pueblo vasco(n), llegando incluso al extremo de parecer extranjeros en nuestra propia tierra, aquellos que procuramos recordar, recuperar, mantener e incluso enseñar, la amplia gama histórico-política y sociocultural de los vascos libres o navarros.

Dichos gobernantes españoles, que han usurpado el gentilicio político de navarros, renuncian al mayor patrimonio del pueblo navarro, su milenario idioma, la lingua navarrorum o euskara. Ocultan y falsifican el hecho, que el Estado de Nabarra, estructurado como Reino, nunca podría haber existido sin contar con el carácter independiente, libertario y luchador que ha mantenido el pueblo más antiguo Europa, los vascos, como quedó demostrado en las victorias de Orreaga y Olats, una frente a francos y la otra frente a árabes, antes incluso de constituirse como Estado.

Las sucesivas y continuadas invasiones sufridas por el Reino de Nabarra, con la posterior ocupación sufrida por la tierra de Baskonia, favorecidas e incluso incentivadas desde la sede vaticana de Roma, sirvieron para podar o extirpar el término político de navarros a muchos vascos, quedando “como oficial”, únicamente y a título más bien residual, para aquellos vascos residentes en la pro-vinci española de Navarra, una vez eliminado de los mapas políticos mundiales la existencia de Estado soberano e independiente de Nabarra.

Volviendo a la cruda realidad actual, incluso los dirigentes españoles que se asocian y conjuran contra los navarros, menosprecian el título de nuestro Estado, para ellos denominado Reyno de Navarra, dotando con ese nombre a espacios deportivos, rebautizando centros médicos y espera tu a saber que más, con la única intención de desinflar de contenido la historia socio-política del único Estado que hemos poseído los navarros o vascos libres e independientes.

El imperio español, con sus agentes políticos incrustados en unas instituciones impuestas a los navarros tras la mal llamada Ley Paccionada del año 1841, e ilegítimas desde el asentamiento militar español posterior al ataque que realizaron a los navarros, invadiendo y ocupando el Reino de Nabarra en el año 1512, sigue hoy día y de manera permanente con su política colonialista de exterminio, buscando eliminar lo eliminable, que no es otra cosa que la sabia vasca de Nabarra.