Opinión

Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido

Según la Organización Mundial de la Salud, el ruido es el segundo riesgo ambiental para la salud en Europa. 

El ruido siempre ha sido un problema importante para el hombre. En la antigua Roma ya existían normas para controlar el ruido emitido por las llantas o aros metálicos de las ruedas de los carruajes al rodar por el empedrado de las calles ya que molestaban a los ciudadanos. 

El miércoles 29 de abril se celebra el Día internacional para la concienciación sobre el problema del ruido. Fundado en 1.996 por el Centro para la Audición y Comunicación (CHC) pretende concienciar a la población de los graves problemas que ocasiona la contaminación acústica a la sociedad. 

El ruido urbano generado en nuestras ciudades por el transporte, las obras, etc. tiene efectos negativos sobre la audición, el sueño, la conducta o el rendimiento. 

Ya desde 1980, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) viene abordado el problema del ruido urbano y nos recuerda que 1.100 millones de personas corren riesgo de sufrir pérdida de audición. 

Entendemos como ruido todo sonido no deseado que interfiere en la comunicación o la vida diaria entre de las personas. En el medio rural apenas hay o no existe contaminación acústica, pero en ciudades de cierto tamaño este problema es muy evidente. Cuando el ruido procede del tráfico de vías públicas congestionadas, éste se puede paliar colocando barreras vegetales donde setos de cipreses o empalizadas de plantas trepadoras ayudan a aislar a zonas residenciales del origen de este ruido. Y es que las plantas, una vez más, no solo nos proporcionan beneficios estéticos, sino que según algunos estudios (Cook y Haverbeke 1971) los cinturones de árboles reducen los niveles de ruido entre 5 y 10 dB. 

Durante estos días de confinamiento, debido a una menor circulación de vehículos y ausencia de obras, si prestamos atención podremos disfrutar de sonidos mucho más agradables. Infinidad de pajarillos usan nuestros parques y arbolado público para descansar o anidar. Verdecillos, jilgueros, lavanderas, pardillos, verderones y colirrojos entre otros nos deleitarán con sus trinos y cantos. Basta con asomarse al balcón o ventana y escuchar, y si tienes suerte de tener vegetación cerca es muy probable que puedas oír a algún ruiseñor o mirlo como me comentaba Sara Tabuenca recientemente quien desde las proximidades del palacio de Eguarás pudo escuchar durante un buen rato el agradable canto de un mirlo macho. 

Sensibilidad Ambiental del Ayuntamiento de Tarazona