Opinión

Cuando veas las barbas de tu vecino pelar...

Empezamos a ver concentraciones y parones de los y las profesionales sanitarias en centros hospitalarios y de Atención Primaria en Madrid. En la Rioja van doce lunes que los profesionales se concentran denunciando la problemática del servicio de urgencias.  En Euskadi, con el acuerdo de todos los sindicatos, ya se han convocado dos concentraciones y una manifestación para el 18, 25 de septiembre y 3 de octubre relativamente, y hay una amenaza explícita de intensificar los parones como denuncia ante la ausencia de negociación colectiva y la situación extrema en la que se está trabajando. Profesionales sanitarios de otras comunidades ya estudian este tipo acciones drásticas como único medio para presionar a los políticos de turno que parecen vivir en una realidad paralela y que, con la excusa del COVID, miran para otro lado ignorando las peticiones y exigencias de la plantillas que conforman sus servicios sanitarios así como las de las fuerzas sindicales que representan al personal. 

En Navarra no es distinto. La Consejería de Salud y los responsables del Servicio Navarro de Salud están metidos en una peligrosa rueda de promoción continua de medidas y planes genéricos que poco o nada solucionan los verdaderos problemas de gran parte de la plantilla. En concreto, los de los y las profesionales de Enfermería y Fisioterapia que ven y viven cada día como “el día de la marmota” en el que nada cambia y ninguna solución llega: Atención Primaria sigue sin vehículos pese a la promesa de la dotación, las bajas no se sustituyen por defecto, la problemática en la Zona Básica de Peralta sigue sin respuesta, la dificultad para conciliar sin el Permiso Inexcusable es total siendo profesiones esenciales, la sobrecarga no se compensa ni se reconoce, hay discriminación salarial con la productividad y su justificación, los complementos de riesgo son ridículos, contagiarse ya no es accidente laboral… y así un largo etc que el Sindicato de Enfermería ha ido denunciando constantemente. 

Señores políticos, cuando vean las barbas de su vecino pelar, pongan las suyas a remojar. Nuestras profesionales están agotadas física y emocionalmente, están hartas de ser cada día subestimadas, no escuchadas y ninguneadas. Las consecuencias ya están llegando y tendría la Administración el deber de analizar el por qué ya muchas profesionales se ponen en “no disponible” para trabajar bajo unas condiciones que no están dispuestas a repetir. Están dando prioridad a su propia salud y a la de su familia, diciendo “no” a contratos, a sabiendas de que son penalizadas. Imagínense si lo que ustedes ofrecen es un error. Hagan el favor de trabajar en soluciones efectivas que motiven y recuperen la ilusión y la vocación de su personal sanitario que sacó adelante, con tanto sufrimiento, la primera ola de la crisis sanitaria y que, con todo derecho podrían no hacerlo cuando se complique, todavía más, esta situación epidemiológica. 

Y desde el Sindicato de Enfermería, les advertimos, convoquen Mesas Sectoriales, no ignoren las peticiones de reunión, dialoguen con las fuerzas sindicales que representan a la mayoría de profesionales sanitarios y con los que tienen la obligación de negociar. No sean tan soberbios y remánguense de verdad pues ya estamos al borde del abismo.