Opinión

La convivencia es cosa de todos

Nuestra Tudela abierta y desenfadada se encuentra en un momento un tanto lúgubre. A las quejas de los vecinos de la calle San Marcial, por los ruidos ocasionados por el público que acude a una discoteca, se le han sumado ahora los vecinos de la calle Herrerías, que están demandando que se se considere a la zona “saturada de bares” y se impida la apertura de más negocios de ocio.

Del mismo modo, la APYMA del Colegio de la Anunciata se está movilizando ante la inminente apertura de un local de apuestas cerca del centro escolar, sumando el caso a las molestias denunciadas por los vecinos en las calles Alhemas y Albares. Por no hablar de los “Cuartos” de los adolescentes y otras muchas cuestiones motivo de queja y conflicto.

Llegados a este punto, es bueno reflexionar y transmitir a la sociedad tudelana un poco de serenidad, ya que la convicencia la construimos entre todos. Mientras termina de llegar una Ordenanza Municipal contundente para todas estas casuísticas, ¿porqué no se instalan semáforos del ruido como hay en grandes ciudades?