Tudela

¿Cómo elegir los juguetes?

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Llega la época de los regalos, de la publicidad masiva de juguetes y del “yo me pido esto, y esto, y esto también”. Sin embargo los adultos deben tener en cuenta que los juegos son algo más que simples útiles para tener entretenidos a los más pequeños.

Los padres suelen tener más en cuenta el aspecto educativo de los juguetes en los primeros años de vida de sus hijos, es decir, los que estimulan la vista, el oído y el tacto a través de los colores, las formas o las texturas. El problema comienza más o menos a partir de los 4 años, cuando los niños empiezan a manifestar sus gustos y a pedir los regalos. En este momento, “cada padre debe esforzarse individualmente para luchar contra las tendencias que marca la publicidad, no debemos caer en la comodidad de elegir un juguete sólo para complacer a nuestro hijo y tenerlo entretenido”, señala la pedagoga Ruth Melero. “Hay que aprovecharse de que son uno de los métodos más eficaces para el aprendizaje debido a su atractivo”, añade Patricia Asiáin, psicóloga.

Los libros

Entre los 4 y los 6 años son apropiados los elementos que estimulen las destrezas que van a requerir en el colegio como cajas de letras para armar palabras o los juegos asociativos en los que deben hacer parejas, incluso los que les permiten crear algo como moldes para hacer con plastilina. Entre los 6 y los 9 años hay que fomentar el desarrollo de las habilidades y de la creatividad con cuerdas para saltar, patines o marionetas de mano. También son apropiados los juegos que estimulan la memoria y la concentración como el ajedrez o el dominó. Entre los 9 y los 14 los niños disfrutan de los deportes y juegos en equipo, empiezan a desarrollar pasatiempos y se interesan por las actividades científicas, por eso son interesantes las computadoras, microscopios o los juegos de mesa y equipo para deportes al aire libre.

“Existen juegos educativos muy divertidos y que son muy buenos por el esfuerzo intelectual que deben hacer al jugar, el problema es que estos juguetes no tienen la publicidad necesaria para captar el interés de los niños”, afirma Melero.

Los videojuegos

El fomento de la lectura entre los más pequeños puede tener un buen filón en la Navidad si se elige un libro como regalo de Reyes, aunque para que éste no se convierta en una decepción hay que hacer que el niño se interese por ellos.

Los hábitos de lectura deben comenzar desde que son muy jóvenes para que vayan familiarizándose con los libros. “Aquí los principales protagonistas son los padres, ya que el modo más eficaz de habituar a un niño a leer es la imitación”, comenta Eduardo Pérez, maestro de Bachillerato. “Leerles un cuento antes de dormir o que ellos vean que los padres leen antes de irse a la cama es un factor importante, al igual que hacer de la lectura algo atractivo, a través por ejemplo, de los cómics; si no sólo lo ven como una obligación escolar”, añade Pérez.