Los trabajos de la octava legislatura del PE concluyeron el 18 de abril, y estos días, en votación directa entre el 23 y 26 de mayo, los ciudadanos de la UE28 elegirán a sus diputados para formar el nuevo Parlamento, incluido Reino Unido.
El Parlamento se sitúa en el centro de la democracia europea. Los eurodiputados, elegidos por sufragio directo, debaten y deciden sobre la legislación junto al Consejo de la UE, donde están representados los Estados miembros.
En mayo, cientos de millones de ciudadanos elegirán un nuevo Parlamento Europeo. Los ciudadanos de la UE estudiarán con atención a los candidatos y sus programas antes de tomar decisiones que darán forma al futuro de nuestro continente y nuestro papel en el mundo durante años. La Unión Europea, un proyecto único común basado en la cooperación pacífica, se ve amenazada por quienes desean destruir lo que hemos conseguido juntos.
Una situación que contrasta con los resultados de encuestas recientes que muestran una percepción cada vez más favorable de la Unión. El 48% de los ciudadanos europeos piensa que “su voz cuenta en la Unión Europea”. Pese a las diferencias entre Estados miembros, esto supone un aumento global de diez puntos en los últimos diez años.
No obstante, queda mucho trabajo por hacer.
Tenemos que cambiar Europa y hacerla más efectiva, respondiendo a las preocupaciones de los ciudadanos y construyendo sobre la base de lo conseguido.
Procedimiento
El reparto de escaños está estipulado en los Tratados europeos. El PE cuenta con 751 escaños, que se dejarán en 705 si se confirma la salida británica. Los países con mayor población tienen más escaños que los países menos poblados, de forma estrictamente proporcional. Hoy por España cuenta con 52 escaños, y aumentará en 5 según lo que ocurra con el Reino Unido.
Tras las elecciones, uno de los primeros cometidos del Parlamento entrante será elegir al nuevo presidente de la Comisión Europea (el órgano ejecutivo de la Unión).
Presupuesto
El presupuesto del Parlamento para 2018 fue de 1 950 millones de euros, de los cuales un 44% fue destinado a los gastos de personal, principalmente salarios para los 7 000 funcionarios y agentes que trabajan en los grupos políticos. Además, esta cantidad cubre también los costes de interpretación, los costes de la traducción externa y los gastos de las misiones del personal.
En 1992 los Gobiernos nacionales de la Unión decidieron cuáles serían las sedes permanentes de las instituciones de la Unión: Bruselas, Estrasburgo y Luxemburgo.
