La comunidad de regantes del Alhama y la Nava de Cintruénigo, conocida como Sindicato de Riegos, celebró la fiesta de su patrón San Gregorio, un obispo que fue enviado en el siglo X por el Papa Benedicto IX a España para combatir una plaga de langosta en la zona de Tierra Estella y que acabó muriendo en Sorlada (La Rioja).
La cita de este año tenía algo de especial puesto que esta entidad celebra su centenario. Por ello se contó con la llegada de la reliquia de este santo que se conserva en Sorlada y que estuvo durante unos días en Cintruénigo.
Los actos de esta fiesta comenzaron con una recepción en la sede del Sindicato de Riegos. Después, la comitiva se trasladó a la ermita de la Purísima, donde tuvo lugar una celebración religiosa y en la que se tuvo un recuerdo muy especial para Joaquín Garbayo, fallecido este pasado año.
Al terminar, se procedió a la bendición de los campos utilizando con la reliquia de San Gregorio presente. Por último, toda la comitiva celebró una comida de hermandad.
