Opinión

¡Barra libre, que paga el contribuyente!

Me recordaba hace poco una buena amiga con esa frase que a nuestros políticos les da igual cual sea el resultado de sus acciones, puesto que con las elecciones, inauguraciones, bombos, platillos y demás parafernalia, estás nunca terminan teniendo efecto, ni en el bolsillo del mal gestor, ni lamentablemente en un castigo electoral.

El problema es evidente y a todos nos duele cuando nos suben los impuestos, pero nunca exigimos responsabilidades sobre lo que se hace con nuestro dinero.

En Tudela, sin irnos más lejos, se han perdido ayudas europeas por presentar fuera de plazo solicitudes, se han licitado de malas maneras múltiples obras y proyectos y se han dilapidado miles de euros en conceptos subrealistas en mitad de una situación económica francamente adversa. Si sacamos la calculadora la factura correspondiente y nos ponemos exigentes la cuenta superaría ya los 10 millones de euros, todo ello mientras los impuestos suben, las empresas cierran y la gente se marcha a buscar trabajo fuera.

Si al final aquí nada importa mientras el votante vote por fanatismo ciego y las quejas sean en la barra del bar y no en el pleno del ayuntamiento. Aquí nada importa porque la factura la pagamos entre todos, pero el dinero lo ven sólo unos pocos.