La crisis que nos afecta es social, económica y medioambiental. Y no saldremos verdaderamente de ella sin un cambio de modelo. Necesitamos un giro de 180 grados, un impulso y una ilusión nueva. Estas fechas donde los buenos propósitos abundan, pueden servir para pensar en lo posible. Lamentablemente el futuro se construye hoy y si no cambiamos de actitud no saldremos de la crisis.
Pedir para Tudela una parada para el tren de alta velocidad no nos sacará de la crisis. Porque al revés, es precisamente ese modelo el que nos ha abocado en ella. Mientras se recorta en educación, sanidad o medio ambiente se continúa construyendo un tramo en Navarra hacia la nada, hacia la ruina.
Pedir más aparcamientos en el centro tampoco nos sacará de la crisis. Ya que es ese modelo de movilidad una de las causas de la crisis medioambiental.
Abusamos de los desplazamientos en coche por la ciudad. Y no pensamos en lo beneficioso de desplazarse a pie o en bicicleta.
No defender una Ribera sin fracking nos hunde todavía más en la crisis, en el calentamiento global. Es esta técnica un colofón de fuegos de artificio para una fiesta que se acaba.
No mañana ni pasado pero que nuestros hijos verán. Y quizá ese día se acuerden de nosotros y nos espeten: ¿pero por qué mis padres no hicieron nada?
