Después de seis semanas de entrenamientos y tres partidos con la camiseta naranja del Aspil-Jumpers Ribera Navarra FS, el argentino Andrés Santos (Quilmes, 07/12/1988) se siente a gusto en su nuevo equipo y en su nueva casa. No ha sido tarea fácil tras 13 temporadas en un club como Boca Juniors y en una ciudad como Buenos Aires, pero el argentino, que se define a sí mismo como “un bicho de ciudad”, mejora su adaptación día a día y no duda en reconocer que le queda “todo” por demostrar.
¿Cómo han ido las primeras semanas en el Aspil-Jumpers?
Han sido duras por la adaptación a una ciudad y un país distintos, a una liga mucho más profesional y competitiva. Costó, pero, poco a poco, estoy sintiéndome más contento, con mejores sensaciones y ya estoy acostumbrado a la ciudad.
Tras su llegada, el inicio ha sido difícil. Pero el equipo ha ido creciendo día a día.
Nos tocó empezar con rivales que compiten por el título y se notó que veníamos de sufrir muchas lesiones. Pese a ello, con ElPozo hicimos un partidazo que se escapó por poco, y con Peñíscola demostramos lo que veníamos haciendo en los entrenamientos, y pudimos llevarnos la victoria.
Lleva ya tres partidos con el equipo, ¿qué tal con sus compañeros y el sistema de juego?
El estilo de Pato es novedoso. Tiene mucha precisión, intensidad y buen juego. Nunca había jugado con un sistema así, así que estoy acostumbrándome, 'agarrando' el ritmo de las sesiones y del equipo. Pero todo se ha hecho mucho más fácil porque hay un gran grupo que me ha tratado muy bien desde el principio.
Comenta la dificultad del sistema de Pato, un estilo que exige mucho al principio.
Los primeros días me rayaba, como dicen acá, pero me decían que estuviera tranquilo, que ya lo iría agarrando. Y, aunque todavía me falta, me siento mucho más suelto, contento y tranquilo a la hora de entrenar.
Estas semanas sin LNFS están siendo muy importantes para coger conceptos sin la urgencia de la competición y, de esta forma, ir descubriendo poco a poco a Andrés Santos, ¿no?
Queda todo Andrés Santos por descubrir. Los primeros partidos me han costado, pero tengo mucho por demostrar y quiero hacerlo, así que estas semanas me han venido espectaculares para agarrar conceptos y, ojalá pueda servir para ayudar al equipo, que es para lo que vine.
Llegó a Tudela de una ciudad tan grande como Buenos Aires. ¿Cómo lleva la adaptación?
Siempre digo que toda mi vida he sido un bicho de ciudad. El cambio es difícil al principio, pero lo que tiene Tudela de pequeña, lo tiene de tranquila... Hay buen clima entre la gente y la verdad es que estoy muy bien, todavía acostumbrándome, pero estoy contento.
Tudela es una ciudad pequeña y, el Aspil, un equipo humilde en el que su afición es un activo muy importante que ya ha podido sentir en el Ciudad de Tudela.
Creo que en España la afición marca la diferencia, y aquí, en la Caldera, se siente mucho. En otros pabellones el clima es bastante frío, pero aquí se siente el calor y el apoyo de la gente, a la que el otro día pudimos regalar una victoria que necesitábamos nosotros tanto como ellos.
En una semana vuelve la LNFS, y hay que seguir creciendo, tanto a título personal, como a nivel de equipo...
Tengo que seguir mejorando para tratar de ayudar al equipo, que tiene que seguir sumando puntos para empezar a escalar posiciones y terminar lo más arriba posible.
