Tudela

Un alumno de la Anunciata entre los finalistas del I Concurso de Microrelatos de la Red de Juderías de España

De Tudela se han presentado un total de 23 alumnos, 20 del Colegio Compañía de María, uno del colegio de la Anunciata y uno del colegio Elvira España.

Entrega diplomas del I Concurso de Microrretalos de la Red de Juderías de España
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El I Concurso de Micorrelatos de la Red de Juderías de España ha contado con el talento de 23 jóvenes estudiantes de centros tudelanos. Concretamente han sido 20 del Colegio Compañía de María, otro del Elvira España y Bruno Pérez del colegio de la Anunciata, quien ha logrado con su 'De fondo, Madrid' colarse entre los finalistas del concurso y su micorrelato se puede leer en la publicación editada junto a las otras 24 obras finalistas.

En el salón de plenos del Ayuntamiento de Tudela Bruno ha recibido un pequeño homenaje y ha leído su microrrelato. También han sido homenajeados los tres colegios participantes.

I Concurso de Microrretalos de la Red de Juderías de España

El concurso ha estado dirigido a los jóvenes de hasta 12 años de los centros docentes de sus 18 ciudades de la red que quisieran demostrar su talento literario.

Inspirado en las vivencias de Ana Frank, el relato tenía que tener una extención máxima de 350 palabras y debía estar basado en la descripción de una vivencia personal, real o ficticia, propia o en tercera persona relacionada con la vida de Ana Frank. A su ve, en la propias bases del concurso se apostaba por fundamentar en "cómo leer y escribir sobre la realidad en la que vivimos, especialmente si es complicada, puede ayudar a uno mismo y a los demás a comprenderla mejor".

Bruno junto a sus padres

'De fondo, Madrid'

"- No... no... no... o travez no...-decía adormilado sin conciencia en mis palabras - ¿por qué otra vez?

Estoy envuelto otra vez en la misma pesadilla que siempre. Una pesadilla cruel y terrible, como lo son estos tiempos aquí en Berlín, duros, pero reales. Me volvía a encontrar en mi habitación solo escuchando el silencio, lo normal después de los bombardeos, esperaba que llegara alguna noticia de Son, mi mejor amigo. En aquellos tiempos era muy común entre las familias de los comandantes el permitirse lujos como el teléfono y en mi casa no faltaban. 

Me extrañaba que no hubiera llamado ya, Son era muy sociable no muy común en esta época porque no puedes fiarte de nadie. Inesperadamente se abrió la puerta de casa. Era mi padre que llegaba de un "ataque con éxito" a Gran Bretaña, presidida por el ministro Sir Winston Churchill. Llegaba con la pregunta acerca de su trabajo pero esta vez se le veía especialmente serio... hasta que mi madre una vez terminada la cena se decidió por preguntarle a mi padre que sí, ¿todo bien? Mi padre se aseguró de que yo estuviera en la cama para responder. Me seguí preguntando por qué son no habría llamado. Entonces mi padre contestó - ha habido un nuevo despliegue contra los judíos... estoy prácticamente seguro de que la failia de Son no ha sobrevivido-. 

Por suerte o por desgracia lo escuché.

Esa noche no dormí en casa, decidí fugarme. Fui corriendo hacia la casa de mi mejor amigo, o lo que quedaba de ella. Era todo ceniza ya que los nazis se encargaron de que no quedara nada. Entonces algo me tocó el hombro... ¡Era Son! No me lo podía creer. Las lágrimas corrían por mis mejillas y su gesto aunque inexistente, profundo. Era el peor escenario que una persona podía tener para despedir a sus padres. Los dos sabíamos que tarde o temprano lo detendrían y se lo llevarían y decidimos huir.

En ese momento me desperté debido al "chaquetreo" del tren de mercancías. De fondo... Madrid".