La eficacia de la Inteligencia Artificial en la detección de actividades ilegales en el sector bancario se ha multiplicado por 20 en los últimos siete años. “Sus algoritmos pueden reducir significativamente el número de alertas falsas y descubrir otras que se perdieron usando reglas convencionales”, argumenta un estudio profesional. La traducción en números de esta conclusión llega hasta el ahorro de 8 millones de euros de pérdidas en bancos, después de que empleara la inteligencia artificial para detectar facturas falsas.
Las ventajas de esta tecnología en estrategias de ciberseguridad no solo ayudan al sector financiero. Los beneficios que puede aportar a la sociedad y la economía son incuestionables. “Las aplicaciones de la inteligencia artificial contribuyen a anticipar y neutralizar amenazas o gestionar incidentes con mayor efectividad mediante el análisis de gran cantidad de información de contexto sin la intervención humana altamente especializada”, sostienen otros expertos. Si consigue cumplir con las expectativas, será de gran ayuda para reducir los 120.000 ciberataques registrados en España durante 2018.
El estudio advierte a los empleados de seguridad que, mal harían si desarrollaran cierto sentido de comodidad al ver que las herramientas digitales son sus compañeras de trabajo. “La intervención humana es indispensable para asegurar el adecuado calibrado de los algoritmos y para detectar pronósticos erróneos y falsos positivos, que podrían acarrear graves consecuencias”. La labor humana siempre tiene que estar ahí.
Los tres frentes en los que su desempeño puede ser especialmente efectivo son: el transporte de mercancías ilegales, las actividades terroristas y la trata de personas.
La inteligencia artificial será una herramienta habitual en los próximos años y las perspectivas son que tendrá un impacto muy positivo en la reducción de la delincuencia en el mundo, siempre y cuando se maneje de manera adecuada.
