Han pasado más de 30 años desde que la Coral de Murchante apareciese en escena. Desde entonces han ofrecido conciertos por toda nuestra Comarca, desde Alfaro a Barillas, desde Pedrola a Fene y como no podía faltar, en Murchante. Allí han sido siempre un fijo durante las fiestas Patronales, Santa Cecilia o Navidades. También han participado en algunas semanas santas y otros actos que los solicitasen. Siempre con una sonrisa, siempre encadilando con sus voces.
Este sábado a las 20 horas se despide y desde su creación, Marcial Casajús ha sido su director y con él hablamos de la coral, de su querida Coral de Murchante.
¿Cuándo nace la Coral de Murchante?
La Coral Murchante, se constituye en el año 1988. A instancias de algunas personas a quienes gustaba cantar -algunas de las cuales continúan hasta ahora-, formamos un grupo bastante numeroso con el que nos pusimos a trabajar.
¿Cuántas personas formaban la Coral en aquellos inicios?
El número de coralistas ha variado mucho a lo largo de los años. Al principio, llegamos a ser unos 60. En esta época, teníamos como coralista a Faico, que era polivalente, pues lo mismo podía cantar de Tenor que de Bajo...
¿Cuántos años lleva como director?
He dirigido el coro desde su creación hasta ahora, 31 años. Los dos primeros, los compaginé con el Coro Joaquín Gaztambide, donde sustituí a Tomás Asiain en numerosas ocasiones por sus problemas de salud, y unos meses después de su muerte. Entonces me ofrecieron hacerme cargo del coro, pero decliné la oferta porque no iba a poder llevar bien ambos coros.
¿Cuántas personas forman hoy en día la Coral?
En estos momentos la Coral tiene unos 25 miembros, pero en el concierto del sábado seremos algunos más, por el refuerzo de antiguos Coralistas.
¿Por qué se ha decidido cerrar esta etapa de la Coral?
El dejar la actividad la Coral ha sido decidida porque no ha habido un relevo generacional y muchos de los que estamos desde hace años, tenemos muchos más actualmente...
¿Qué ha significado para ti la Coral?
Ha sido un reto, una responsabilidad, un trabajo árduo con frecuencia y un ejercicio de control y paciencia en muchas ocasiones. También una fuente de satisfacciones cuando conseguíamos alcanzar metas difíciles...
¿Qué recuerdos más significativos guardará de todos estos años?
Recuerdos muchísimos, la mayoría agradables. Cuando logramos poner en el escenario, en la Iglesia, la obra de Manuel Martínez Fdez. de Bobadilla: "El Retablo de la Creación", donde participaban unas cien personas; la concentración de Coros en Murchante, donde interpretamos más de cuatrocientas voces la Pasión de Juan Sebastián Bach acompañadas por el órgano; un concierto-intercambio que hicimos con una Coral de Fene (A Coruña).
Como anécdota, en un concierto que dimos en Barillas, había yo advertido a todos que el calzado y el peinado fueran "normales" (el resto era el traje del Coro) ¡y me encuentro delante una soprano con el pelo rojo vivo! Parecía que estuviera ardiendo.
