Tudela

A la lotería 'no le toca el gordo'

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Pendientes de los impuestos

Aunque los medios de comunicación lo hayan convertido en un fenómeno rutinario, la lotería de Navidad no deja de entrañar infinidad de historias curiosas, listas de manías o supersticiones y un arraigo social que la ha transformado en tradición. Una tradición que no vive sus tiempos más boyantes, puesto que la crisis la ha golpeado como a otros productos que no son de primera necesidad. Y aunque pudiera parecer que ante la escasez económica el juego ha aumentado como un recurso esperanzador para obtener dinero, lo cierto es que los loteros cada vez ven menos afluencia de clientes en sus administraciones.

Así lo atestiguan por ejemplo Emilio Casado y Ana Lourdes Apastegui, quienes trabajan en la administración en la Plaza de los Fueros de Tudela. "Llevo unos 9 años trabajando aquí y, sinceramente, la recaudación ha bajado mucho con respecto a los inicios, y en el último año se ha notado mucho más", señala Casado. Por su parte, Merche San Miguel, que trabaja en el puesto de la calle Concarera, frente al Mercado Municipal de Abastos, cuenta que "quizás ahora viene más gente a comprar lotería, pero lo hacen, como decimos en la Ribera, con menos alegría. Está claro que juegan menos dinero que antes". Así pues, el hecho de que los tiempos sean difíciles no alienta a la gente a confiar parte de sus aspiraciones en el juego. Casado lo explica. "La lotería no es algo básico. Cuando la gente tiene necesidad lo primero que se mira es la vivienda, la comida...Hay que recortar de todo para llegar a fin de mes y nosotros aceptamos que la lotería no es prioridad en absoluto".

No obstante, en Navidad la lotería toma un cariz distinto al del resto del año y se convierte en un elemento más de la vorágine de estas fechas. Tanto es así que no se puede determinar el perfil de un cliente tipo, como quizás puede que ocurra a menudo. "Al final en Navidad compra todo el mundo. Gente de todos los estamentos y de todas las edades", señala Casado. Ana Lourdes Apastegui va más allá. "Es como una tradición, casi como comprar el turrón". Además de tradicional, la lotería tiene algo de mágico y sugerente para muchas personas, por lo que la compra de un número u otro, en la mayoría de los casos, depende de supersticiones o creencias populares. En estas dos administraciones tudelanas coinciden en señalar un número como el más demandado. El 13, la habitual cifra de la mala fortuna, se pide como símbolo de buena dicha en estas fechas.

Uno de los aspectos que concierne a la lotería de Navidad de este año es que puede que sea la última sin cargo de impuestos en los premios. Esta modificación, pendiente de normativa, es algo que preocupa a los comerciantes del sector. "Sería muy perjudicial", afirma Casado, quien opina que "al final, con la presión popular pude que se eche atrás". Apastegui considera que "un 20% de retención es mucho dinero", algo que Merche San Miguel comparte. "Si te pones en la situación de alguien que gana 3.000 euros, que es una cantidad que te saca de apuros a final de mes, y le retienen 600, la ganancia queda muy mermada. Eso no se verá con buenos ojos". "Aun así, soy bastante pesimista y creo que la reforma seguirá adelante", añade.