Tudela

Unas 350 personas están diagnosticadas de Párkinson en la Ribera

El centro cívico Lourdes de Tudela ha acogido una jornada sobre Párkinson, “un intruso que viene para quedarse pero que hay dejar en un rincón”.

Sara Díaz de Cerio, la primera por la derecha, junto al resto de ponentes y organizadores
photo_camera Sara Díaz de Cerio, la primera por la derecha, junto al resto de ponentes y organizadores

La Asociación Navarra de Párkinson (ANAPAR) y la Federación española de Párkinson ofrecieron esta semana en el centro cívico Lourdes de Tudela consejos para manejar esta enfermedad, “un intruso que viene para quedarse pero que hay que dejar en un rincón”, y lanzaron “un mensaje de esperanza” a las personas afectadas, ya que “existen muchas posibilidades de tratamiento”

El Párkinson es una enfermedad neurodegenerativa que se caracteriza por síntomas como rigidez, temblor, ansiedad o trastornos del sueño. Sólo en la Ribera hay unas 350 personas diagnosticadas, más de un centenar de ellas en Tudela, siendo la segunda enfermedad neurodegenerativa en prevalencia. 

Sin embargo, todavía “sigue siendo una enfermedad muy estigmatizada y desconocida”, con una tendencia a vivir la enfermedad en soledad, sobre todo en zonas rurales como la Ribera. En este sentido, ‘Las jornadas sobre la enfermedad de Parkinson’ querían ofrecer información útil de cara a afrontar la enfermedad en etapas avanzadas, desde la identificación de los síntomas hasta la búsqueda de soluciones para mejorar la calidad de vida.

Tras la apertura de Alicia Campos, directora de la Federación Española de Párkinson, Antonio Oliveros, neurólogo del Hospital de Tudela, destacó la importancia de identificar los síntomas del Parkinson. A su juicio, se trata de una enfermedad compleja con síntomas que evolucionan y por ello, hay que aprender a conocerlos y detectarlos, para de este modo trasladar esa información al neurólogo y buscar las terapias idóneas. “Es fundamental la adecuación del tratamiento y de ahí la importancia de preparar bien por parte de los pacientes la visita a neurología y poder dar la mayor información posible”

Por su parte, Josu Iturria, miembro de la asociación ANAPAR, relató su experiencia con el Parkinson, “un intruso que viene para quedarse pero que hay que dejar en un rincón, ya que todavía tenemos muchas cosas por hacer”.

Por último, Sara Diaz de Cerio, directora de ANAPAR, subrayó el papel de las asociaciones en el apoyo a las personas afectadas. “Ofrecemos unos servicios que no llega a cubrir la sanidad pública como fisioterapia, logopedia, terapia ocupacional, neuropsicología… pero sobre todo les animamos a convivir de forma positiva con la enfermedad y a relacionarse con otras personas que están en su misma situación”

Asimismo, quiso terminar la jornada con un mensaje de esperanza, destacando la variedad de tratamientos existentes como cirugía, medicación oral o medicación administrada con bomba. “Cuando una persona es diagnosticada no quiere pensar en qué puede pasar cuando la enfermedad esté más desarrollada, pero conforme avanza el Párkinson es importante recordar que existen diferentes tratamientos y que, aunque a veces cuesta encontrar el adecuado, tienen que tener esperanza”.