2020, el año de la codorniz

La ciudadanía ha elegido por primera vez en alianza con el socio de BirdLife en Portugal, la Sociedade Portuguesa para el Estudo das Aves SPEA, a la codorniz común como el Ave del Año 2020.
Codorniz común (coturnix coturnix)
photo_camera Codorniz común (coturnix coturnix)

La codorniz común se enfrenta a muchos de los problemas que también están afectando a otras especies de nuestros campos: la alteración de los hábitats de los que depende, los efectos del cambio climático, determinadas prácticas agrícolas intensivas; así como la fuerte presión cinética a la que están sometidas sus poblaciones, o la contaminación genética a causa de la suelta de codornices de granja, de otras especies y de híbridos.

Amenazas

En España, la principal amenaza que sufre la especie, como otras con las que comparte el espacio en las zonas agrarias, en la alteración de los hábitats de los que dependen su alimentación y reproducción, así como determinadas prácticas agrarias intensivas. Además, la fuerte presión cinética a la que se ha visto sometida la especie durante años y la contaminación genética, a causa de la puerta de codornices de granja de origen híbrido o de otras especies afines con fines cinéticos, suponen unas amenazas adicionales. A éstas se suman los efectos que el cambio climático puede estar teniendo ya sobre su migración y su éxito reproductivo, así como a los posibles problemas en sus zonas de invernada.

Población

Resulta muy difícil de estimar debido al sistema de apareamiento que tiene, la movilidad y las fuertes oscilaciones interanuales. La población europea se ha cifrado entre 2.800.000 y 4.700.000 parejas.

Actualmente en España se estiman apenas 225.000 ejemplares, habiendo sufrido un declíve poblacional en los últimos 20 años del 74%, según los últimos datos del seguimiento de SEO/BirdLife (2019). La situación de la especie es alarmante, el declive en tan grave que es posible que cumpla los criterios científicos como para ser incluida en la categoría de amenaza de En Peligro según los criterios de la UICN.

¿Cómo se comporta?

La lluvia es un factor que ejerce una gran influencia sobre las poblaciones de la codorniz común, por lo que la actual situación climática está siendo un factor importante en la enología y tipología de sus movimientos.

Se trata de una migrante de largo recorrido, con los principales territorios de invernada situados al sur del Sáhara (caso de las poblaciones de Europa occidental). Además, existen movimientos nomádicos en función de la pluviometría y de condiciones concreta de cultivos y pastizales, habitualmente hacia el norte a medida que avanza la primavera y el verano. También se producen movimientos “donjuanescos” de los machos buscando pareja, una vez que las hembras inician la reproducción. Hay algunas poblaciones invernantes en el suroeste de la península.

Es una especie que fundamentalmente se alimenta de semillas silvestres o de granos de cereal. Sin embargo, y especialmente en la época de cría, complementa su dieta con gran cantidad de insectos y otros pequeños invertebrados.

Tiene una gran capacidad reproductora, con posibilidad de realizar dos o tres puestas anuales de 8 a 13 huevos. Algunos jóvenes precoces son capaces de reproducirse en el primer año de vida. Una parte de la población efectúa una primera cría en febrero - marzo en el norte de África o sur de la península ibérica, para hacer una segunda puesta en junio - julio más al norte. Sin embargo, la mayoría inicia la cría entre marzo y mayo.

El sistema de apareamiento es variable, desde la monogamia hasta la poligamia, donde un macho es capaz de cubrir varias hembras, y a su vez estas hembras pueden ser cubiertas por varios machos diferentes en el transcurso del mismo día. La hembra se encarga de la incubación (17-20 días) y del cuidado de los pollos.

¿Cuál es su hábitat?

La codorniz común ocupa la totalidad de la península ibérica y los archipiélagos y su población es la más importante de Europa occidental, siendo España el lugar donde se encuentra el núcleo reproductor más importante de Europa.

Es una pequeña galliforme de colores muy crípticos propia de espacios abiertos, amplios y con un estrato herbáceo alto: praderas, pastizales y piornales de montaña, así como cultivos de cereales y herbáceos, además de otros cultivos de verano como el girasol, el maíz o el sorgo.