Según ha informado la Policía Municipal de Tudela, ayer sobre las 13:30 horas, la patrulla se personó en una vivienda puesto que dos hermanas de 61 y 65 años tenían problemas debido al consumo de medicamentos y alcohol. Tras mediar en la convivencia, una de ellas se marchó a su domicilio, quedando la situación tranquila.
Sobre las 12:00 horas, los agentes colaboraron en la redacción del parte amistoso de un accidente ocurrido en la calle Juan Antonio Fernández, al desestacionar un turismo y golpear con su parte trasera al otro implicado que se encontraba correctamente estacionado.
A las 13:00 horas, los agentes se personaron en una vivienda deshabitada al ser informados por su propietaria que había gente en su interior. Tras identificar a los responsables del hecho e indicarles que abandonaran el piso, la requirente fue informada de la opción de presentar denuncia por el presunto delito de usurpación de bien inmueble cometido, manifestando su intención de hacerlo.
Por la tarde, se sucedió un nuevo problema de convivencia, en esta ocasión de una mujer con su hijo de 14 años, requirió que la patrulla se personase en un domicilio. Al parecer se habían producido gritos e insultos como consecuencia de un castigo impuesto al menor. Tras calmar la situación los agentes informaron a la progenitora de los recursos disponibles y trasladaron la incidencia al departamento de Infancia del Ayuntamiento.
Por último, sobre las 21:30, los agentes se personaron en el parque fluvial del Queiles al ser requeridos por SOS Navarra puesto que una persona tenía un fuerte dolor abdominal. Se pudo localizar a un varón de 23 años que tras ser inspeccionado por la médico de la ambulancia desplazada al lugar, pudo determinar que estaba fingiendo, siendo trasladado al Centro de la Atalaya de donde al parecer el chico se había fugado.
