Sobre el medio día, del domingo 24, un vecino de Tudela se encontró a un perro en la calle sin sus dueños. Avisó a la policía, la patrulla se presentó en su casa y uno de los agentes, al leerle el microchip fue mordido por el animal produciéndole una herida sangrante en los dedos. Más tarde los propietarios del perro se presentaron en la policía local, siendo informados que iban a ser propuestos para sanción al tener al animal suelto. También se informó a los servicios veterinarios del Ayuntamiento para realizar las actuaciones necesarias con el perro.
Otro hecho, del mismo día, dos jóvenes de 16 años fueron identificados y se comprobó que se habían fugado de un centro de Marcilla. El hecho se comunicó a la Policía Foral quien mandó un patrulla para proceder a la devolución de los jóvenes de nuevo al centro.
El sábado 23 de abril, hacia la tarde, un varón de 22 años en alto estado de embriaguez, estaba llamando de forma incesante a los timbres de las viviendas de Juan Antonio Fernández, causando molestias a los vecinos. La Policía Local fue avisada, se identificó al individuo, al que se le invitó que se fuese a casa. Minutos más tardes, volvieron a ser avisados por la misma situación, por lo que los agentes le comunicaron que iba a ser sancionado, entonces cesó su comportamiento.
Además por la mañana, en la calle Mosquera, un viandante comunicó haber visto un coche colisionar contra otro aparcado, marchándose del lugar. Gracias a la matrícula facilitada, los agentes localizaron al causante de los daños, quien reconoció el golpe, facilitando los datos de su seguro al perjudicado para la posterior reclamación de daños. Se procedió a sancionar al causante por abandonar un accidente sin facilitar sus datos.
Hacia la noche, un motorista fue encontrado en el suelo en la glorieta de Estella, en Díaz Bravo, los agentes que se desplazaron al lugar pudieron comprobar cómo al parecer el ciclomotor que conducía había patinado debido al firme mojado, cayendo el motorista al suelo y produciéndose lesiones en una pierna, motivo por el que fue traslado al Hospital en una ambulancia movilizada en el lugar, siendo dado de alta sobre las 3.
Por último, en la madrugada de sábado a domingo, una mujer llegó a casa borracha y discutió con su pareja. El hombre llamó a la policía, que al presentarse medio en la discusión y calmó los ánimos. Los agentes informaron de las actuaciones realizadas a Servicios Sociales de base para mediar en el conflicto.
