Psicología

Vacaciones un descanso para la mente

Dejar de comer dos meses, no nos mata. Pero privarnos del sueño simplemente dos semanas, crearía tal desajuste neuropsicológico que seguramente tendrían que ingresarnos en un psiquiátrico. Este hecho resalta la importancia que tiene el descanso para nuestro organismo. Algo que compartimos con toda la especie animal. Es decir; lo natural es descansar.

Siguiendo el concepto de “holón” de Arthur Koestler (en “El Espíritu de la Máquina”, 1968), desarrollado posteriormente por Ken Wilber, el universo está compuesto por holones: algo que es a la vez una totalidad en sí misma, formando parte de otra mayor. Aplicado esto al trabajo, vemos cómo el sueño de cada noche es necesario para poder ir a trabajar satisfactoriamente al día siguiente. El descanso del fin de semana, es necesario para poder aguantar la semana siguiente sin demasiada carga. Y las vacaciones de una o varias semanas son fundamentales para soportar otro año de trabajo. En EEUU algunas empresas como el CIIS, incluso amplifican esta dinámica y cada cinco años, conceden uno sabático a sus trabajadores.

Es imprescindible descansar. Trabajamos para vivir, y no al revés: vivimos para trabajar. El trabajo puede ser algo que nos realice enormemente, que nos apasione, pero la vida no solo es trabajo. Las vacaciones se presentan como el momento necesario para desconectar de cotidianas responsabilidades. De disfrutar relajadamente de otros placeres.

La totalidad de la vida es la suma de un conjunto de opuestos, las vacaciones son lo opuesto al trabajo, es decir; lo que lo mantiene. Ya que trabajar sin vacaciones, sería como vivir sin dormir. ¿Dormimos lo que necesitamos? ¿tenemos las suficientes vacaciones?. Seguramente no, debido al sistema socio-económico al que pertenecemos, pero al menos en nuestro rango de libertad, no dejemos que nada menos importante nos impida descansar.